Desde la oposición argumentan que el Gobierno de la Ciudad está más preocupado por sellar una contratación millonaria antes de dar certeza a los votantes porteños por el calendario electoral.

Mauricio Macri firmó el decreto reglamentario para instaurar el voto electrónico en las próximas elecciones porteñas, que los electores de la Ciudad ni siquiera conocen si podrán utilizar. El jefe de Gobierno porteño habla maravillas de un sistema electoral que se apresura a contratar, pero que nadie sabe si se podrá usar porque todavía no fijó el calendario electoral especulando con sus propias ambiciones presidenciales. Las elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deben ser, según su Constitución, desdobladas de las nacionales, pero si Macri decide que sean unificadas con las nacionales porque eso ayudaría a sus preatenciones de llegar  a la Casa Rosada en 2015, el sistema quedará para una mejor oportunidad ya que elección deberán realizarse como en el resto de país con el sistema de boleta de papel.

No es un dato menor, pero el marketing político-electoral es lo primero. Desde Tierra del Fuego, hasta donde Macri viajó para promocionar su candidatura presidencial, Macri se desvivió en elogios para el sistema de voto electrónico que implementaría en la Ciudad, pero que nadie sabe cuando.

“Es un sistema más transparente, más moderno y más democrático”, dijo Macri en declaraciones a Radio Mitre y acusó al Ejecutivo nacional de no querer impulsarlo en los comicios presidenciales. Claro que reconoció que si las elecciones son unificadas el voto electrónico quedará para otra oportunidad. Aunque no dijo nada sobre que esa decisión depende de él, y en la radio del multimedia Clarín nadie se atrevió a preguntar.

En PRO, las opiniones están divididas según las conveniencias de quienes disputan en la interna macrista la sucesión por el sillón de jefe de Gobierno en Bolivar 1. Están los que afirman que las elecciones deben ser desdobladas porque un triunfo porteño “agigantaría” las pretensiones presidenciales de Mauricio. Y los que aseguran que si son unificadas, la elección porteña le arrastraría votos a favor de Macri.

En la primera opción se alinea la senadora Gabriela Michetti, que considera que tiene votos propios para imponerse s su principal competidor dentro del macrismo: Horacio Rodríguez Larreta. En tanto, el jefe de Gabinete porteño considera que su suerte está atada a ir en una boleta junto a Mauricio.

Sin embargo, Rodríguez Larreta se mostró como el más entusiasmado con el voto electrónico, lo que supondría elecciones desdobladas que menos posibilidades personales le brindan en una contienda interna. En el entorno de Michetti creyeron descubrir la maniobra y estallaron de ira: es que el sistema electrónico ofrecería como primera opción la oferta partidaria, por lo que habría que bucear en el interior de un sistema nuevo, desconocido para los electores, y a través de una pantalla electrónica, las distintas ofertas dentro del PRO. Lo que igualaría o, incluso mejoraría, las chances de su más acérrimo enemigo.

De todas maneras, su disputa interna quedará supeditada a la “estrategia” que escoja Mauricio, de acuerdo a su propia conveniencia electoral. Por lo cual, el promocionado voto electrónico no es más que una estrategia marketinera del Jefe de Gobierno. Si le conviene que las elecciones sean unificadas, nada le importará que los porteños voten con la tradicionales boleta de papel a pesar de su predica a favor del voto electrónico, que, vale destacar, en países como Alemania fue descartado por temor al “fraude tecnológico”.

Desde la oposición, en tanto argumentan que el Gobierno de la Ciudad está más preocupado por sellar una contratación millonaria antes de dar certeza a los votantes porteños por el calendario electoral. Algo que está atado a las “especulaciones políticas y electorales” del propio Macri.