Como Carlos Menem lo hiciera allá lejos y hace tiempo, el presidente admitió que de haber sido honesto con el electorado jamás habría sido elegido para ocupar ese rol.
Raúl Möller // Jueves 30 de junio de 2016 | 15:52
“Si yo hubiese dicho lo que iba a hacer, nadie me hubiera votado” es una frase atribuida a Carlos Menem allá por la década del 90, cuando las privatizaciones, reformas laborales y jubilatorias eran moneda corriente bajo los índices del neoliberalismo salvaje.
Casualidad o coincidencia, esta mañana Mauricio Macri recogió esa antorcha y modificó el enunciado aunque el trasfondo es similar: “soy realmente muy optimista. Si yo les decía a ustedes hace un año lo que iba a hacer y todo esto que está sucediendo, seguramente iban a votar mayoritariamente por encerrarme en el manicomio. Y ahora soy el Presidente”, se ufanó el mandatario.
La afirmación fue llevada a cabo en el cierre del Congreso de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas. En ese espacio volvió a pedir a los ejecutivos “un esfuerzo compartido” y prometió hacer hincapié en la lucha contra la corrupción y el fin de la impunidad.
Iluso, el Presidente pidió además a los hombres de negocios que “vuelvan a pensar puertas adentro para buscar cuál es su nivel de excelencia” en el marco de “un esfuerzo compartido” que permita desarrollar “todo el talento y la capacidad de innovación de los argentinos y generar empleo de calidad”.
Como cierre, el mandatario aseveró también en que está todo dado para que la Argentina se transforme “en un país lleno de oportunidades” y, al respecto dejó otra frase antológica: “Somos casi la única buena noticia que hay en el mundo, en algún momento nos tenía que tocar”