Los pastores del “consenso” y contra la “crispación” ya dejaron de lado los sermones de la concordia en su ilusión de acariciar el poder. “Si algo es urgente y necesitamos decretos de necesidad y urgencia para gobernar, los vamos a usar y no nos va a temblar la mano”, sentenció el jefe de la UCR, Ernesto Sanz, para asegurarle al multimedios Clarín que Mauricio Macri gobernará al margen al Congreso, uno de los poderes del “republicanismo” que pregonan pero que no dudan en desechar si es para conveniencia propia.
Por Ángel Lisboa // Martes 10 de noviembre de 2015 | 10:38
Sanz puso blanco sobre negro las intenciones de la alianza Cambiemos: Macri gobernará por decreto. Nada que el alcalde porteño desconozca a la hora de definir sus políticas neoliberales: solo entre diciembre de 2007 y mayo de 2012 Macri vetó 118 leyes de la Legislatura porteña, muchas de la cuales aprobó su propio bloque del PRO.
Todo en medio de una campaña mediática que auguraba la “vetocracia de Cristina”, que en 2009 perdió el control del Congreso cuando después de perder las elecciones legislativas, el Grupo A unió a toda la oposición sin distinción partidaria (Pro, UCR, CC, PS, GEN y UP) y a pesar de no representar una propuesta electoral única para arrebatarle al oficialismo su condición de primera minoría.
Entonces, el único veto presidencial fue para la ley del 82 por ciento móvil a los jubilados, porque el proyecto opositor no especificaba (como establece la legislación) de donde se debían sacar los recursos para implementarla. Un tema donde todo el arco opositor nunca se puso de acuerdo.
Ahora, para los campeones del “consenso” que pregonan ya no es lo mismo si llegan al gobierno. “Nosotros en principio vamos a trabajar con leyes. Ahora, si algo es urgente y necesitamos decretos de necesidad y urgencia para gobernar, los vamos a usar y no nos va a temblar la mano”, afirmó Sanz en un decálogo de promesas al diario Clarín.
Los “principios” de Sanz no están en discusión. Fiel al “teorema de (el radical, Raúl) Baglini” (que cuando mas lejos del poder las promesas son muchas pero cuando más cerca estas del poder las mismas se diluyen), el presidente de la UCR no le hace asco a reivindicar los procedimientos que antes detestaban.
Lejos de alcanzar (según el resultado electoral) una mayoría parlamentaria, el adalid de la democracia y el consenso parlamentario ahora dicen que gobernarán por decreto. Algo a lo que incluso se prestará la UCR como socios minoritario de Macri, al que también Sanz le entregó toda la estructura del radicalismo en medio del reclamo por ocupar lugares significativos en un supuesto gobierno del PRO que el propio Macri les niega. Todo un decálogo republicano.