El periodista de agro Matías Longoni se despachó en Twitter contra el diario Clarín, para el que trabaja, y contra el showman del Grupo Clarín, Jorge Lanata, por lo que él calificó el "uso político" del caso de la muerte de Jorge Velásquez, el militante asesinado de un balazo en Jujuy la semana pasada.
Por Sergio Villone // Martes 25 de agosto de 2015 | 11:30
Longoni, también conductor del programa de agro Bichos de Campo, que sale por la señal de cable Metro y por radio Rivadavia (Buenos Aires), es hipercrítico de las políticas agropecuarias del kirchnerismo, ha escrito en contra del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y se ha alineado con las posiciones centrales de la Mesa de Enlace luego del conflicto por la resolución 125.
Eso, parece, no le impidió observar el uso empresarial de la muerte de Velásquez para afectar las chances electorales del kirchnerismo en las próximas elecciones a celebrarse en Jujuy, en los mismos días en los que se preparó el terreno para las denuncias opositoras de fraude en las elecciones que se celebraron el domingo en Tucumán, que terminaron en un cacerolazo con represión policial anoche en la capital tucumana.
En su cuenta de Twitter, Longoni mostró mayor libertad de expresión que en las notas que publicó en el diario Clarín como enviado especial a Jujuy para reflejar las repercusiones de la muerte del joven.
Sus crónicas en Clarín
Sin embargo, en Clarín, Longoni había escrito el sábado: "La sospecha generalizada es que se trató de un crimen por causas políticas. A pesar de que hasta la presidenta Cristina Kirchner aseguró que el joven “no era un militante radical”, ya que figuraba como afiliado al kirchnerista Movimiento Tupac Amaru, ayer una cuñada de Velásquez y su referente político más cercano ratificaron que en los últimos meses había trabajado activamente en la campaña electoral de la UCR".
Y al otro día había ampliado: "Una semana antes de las PASO, junto a su hermano Manuel y su cuñada Silvia Vázquez, se ocupó para poner una mesa sobre Avenida Libertador, a dos cuadras de la casa familiar, para hacer proselitismo.
Una versión dice que allí, el viernes 7, fueron insultados por un grupo de “tupaqueros” que pasó por el lugar, aunque nada de esto queda demasiado claro. Ese día Ariel se fue a las siete con rumbo desconocido. Pasada la medianoche, Manuel oyó un disparo y salió de su casa al escuchar los gritos: era su hermano menor, desocupado y herido de muerte, el que pedía auxilio".