El modelo de los fondos buitre es absolutamente deredador

Cristina se reunió esta tarde en Nueva York con George Soros, el financista global que podría jugar un papel crucial para resolver el entuerto de la Argentina con los fondos buitre. Circula en los mercados el rumor de que Soros, propietario de Quantum Partners, uno de los fondos de inversión más grande del mundo, estaría interesado en negociar la compra de la deuda argentina que mantienen en su cartera los buitres NML, Aurelius y otros menores, beneficiados por el fallo extravagante de Thomas Griesa que nos obliga a pagarles 1.600 millones de dólares (valor nominal y punitorios) por bonos defaulteados que compraron por moneditas.

Con toda convicción, Soros ha apostado a favor de la Argentina en los últimos meses. Como ya te contamos (pincha acá y acá) se convirtió en el principal inversor particular en YPF (posee el 3,5% de las acciones) y ya ha demandado en al Bank of New York por retener el dinero para el pago de los bonos argentinos reestructurados. Una suerte de buitre bueno. Y un inversor de peso: también controla unas 400.000 hectáreas de tierra productiva en nuestro país.

La reunión se celebró en el Hotel Mandarín y duró cerca de una hora. No se brindó información oficial. Participaron también el canciller Héctor Timerman, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini y el vocero Alfredo Scoccimarro.

Pasadas las 19.30, la mandataria recibió al empresario argentino Eduardo Eurnekian, titular de la Corporación América, encuentro que marcó el final de la actividad presidencial durante esta jornada en Estados Unidos. Eurnekian había deslizado un mes atrás que hay negociaciones entre empresas privadas y los fondos buitres, pero que subsisten "problemas con la letra chica''.

Nueva York se ha convertido en esta semana en el epicentro de la diplomacia internacional, y la presidenta quiere aprovechar esa tribuna de excepción para alertar sobre el anarcapitalismo y sus hijos endemoniados: los fondos buitres, cuyo impresionante poder lobby ha logrado complicar la marcha de la economía argentina al impedirle al Gobierno honrar los compromisos de la deuda externa.

Esta tarde, Cristina volvió a cuestionar el "modelo absolutamente depredador'' de los fondos buitre, advirtió que la situación se puede repetir en otros países si no hay una regulación global al respecto y aseguró que ya "se habla de la Argentina como la nueva Arabia Saudita'', por los recursos energéticos en gas y petróleo de Vaca Muerta.

"Con una diferencia: no estamos en medio de guerras, no hay enfrentamiento religioso ni diferencias étnicas y por eso la Argentina es más codiciada'', dijo ante un grupo de sindicalistas que le testimoniaron su respaldo en la pulseada histórica con los buitres.

La Argentina sumó ayer el respaldo de las organizaciones sindicales franceses CFDT y CGT y de la Uni Global Unión, que representa a unos 20 millones de trabajadores, contra los fondos buitre.


EL VIERNES, GRIESA

En otro orden, Thomas Griesa (84 años) resolvió ayer llamar a una audiencia para el próximo viernes a las 15 en Nueva York (16 hora argentina) luego de que el Citibank presentó un pedido de 'stay' para tener vía libre para girar el pago del próximo 30 de septiembre de los bonos del canje argentino en moneda extranjera, con legislación nacional.

El Citibank envió los papeles requeridos por Griesa para reclamar por un `stay' por pagos de los bonos con legislación argentina que fluyen a través de su entidad, y que en consecuencia no se aplique la orden madre del 23 de febrero de 2012 del pari passu, la extravagante interpretación de Griesa sobre el tratamiento igualitario a los acreedores, que jaquea la exitosa reestructuración de la deuda argentina de 2005 y 2010.

El monto que involucra al Citi no es el más significativo, pero acota la dimensión del cerrojo. La parte del león son los 539 millones de dólares depositados en el Bank of New York, que permanecen en un limbo legal por culpa de Griesa (quiere forzar sí o sí el cumplimiento de su sentencia en favor de los buitres) y que corresponden a bonos del canje argentino, de legislación extranjera, es decir, en euros, dólares y yenes.

Si Griesa no otorga el stay y el Citi se ve obligado a cumplir la orden, no podría pagar los bonos bajo legislación argentina del canje, y la filial local entraría también en una situación de irregularidad con el Banco Central argentino.