Sin embargo, con las empresas que proveen luz, estos miles de millones en subsidios que reciben son borrados del discurso para protegerlas ante la ausencia de inversión de Edenor y Edesur.

El atraso de las tarifas de servicios públicos es el caballito de batalla del lobby que Clarín realiza en favor de las privatizadas. Llamados telefónicos a economistas, invitaciones al piso de los programas estrella de la señal TN y también, por qué no, notas en Clarín.

Según Clarín, un atraso tarifario que sería la principal causa de los cortes. La ecuación propuesta es la siguiente: el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no autorizó los aumentos y las empresas no realizaron las inversiones a las que están obligadas ya que no tienen fondos. Este argumento choca de bruces contra otro caballito de batalla de Clarín; los subsidios.

Clarín y sus socios políticos también machacan sobre la distorsión que provocarían los miles de millones en subsidios que reciben las empresas que poseen algún servicio público concesionado. Esto fue claro en la tragedia de Once, donde el principal argumento fue la ausencia de control sobre un gasto hiper excesivo del Estado que fue a parar a manos privadas.

Sin embargo, con las empresas que proveen luz, estos miles de millones en subsidios que reciben son borrados del discurso para protegerlas ante la ausencia de inversión de Edenor y Edesur.

En medio de los cortes y mientras estos argumentos se repetían en constante, los colectivos llevaron su tarifa mínima a $2,50. Ante esto y en una contradicción evidente, TN habló de “golpe al bolsillo”.

Así las cosas, para Clarín habría que aumentar la luz y quitarle los subsidios para evitar la distorsión y que los usuarios soporten el costo de inversiones no realizadas, pero para el transporte rige otra lógica discursiva. Increíble, pero real.