
El Gobierno Nacional decidió que se detenga el avance del túnel así como también la construcción de los anillos de cemento (dovelas). Según informó el propio diario Clarín, la medida se enmarca en el plan de ajuste fiscal y el recorte de gastos.
Por el Cactus Noticias // Jueves 31 de enero de 2019 | 09:45
Mientras la semana pasada era noticia la llegada del túnel a la Capital Federal, desde el Gobierno decidieron suspender la obra y comunicaron que sólo se realizaran algunos trabajos subterráneos de mantenimiento y construcción de estaciones. De esta manera, la tuneladora se detiene a la altura de Villa Luro y quedan 11 kilómetros pendientes para completar el plan original, que es llegar a Once.
En cuanto a los trabajadores, según afirma Clarín, ya hay 60 que recibieron telegramas de despidos y 100 que fueron suspendidos. El Gobierno no se hace cargo de la situación de estas personas y deslinda la responsabilidad en las empresas contratadas.
El Consorcio G&S, que está a cargo de la obra, está conformado por la empresa Ghella y Sacde (ex Iecsa), está última pertenecía al primo del presidente Macri, Ángelo Calcaterra, y fue vendida recientemente al empresario cercano al macrismo Marcelo Mindlin.
NOS TOMAN DE B…
— En Orsai (@EnOrsai) January 29, 2019
Pese a los siderales aumentos, con la ola de calor volvieron los apagones https://t.co/7IiyzxpFLV pic.twitter.com/4wz7BAd8X0
Mientras el gobierno celebra cifras infladas de “desaceleración” económica, más de un millón de niños y niñas en la Argentina no acceden ni a comida, ni a salud, ni a educación. La pobreza se vuelve irreversible cuando el Estado desaparece.
El gobierno de Milei avanza con el remate de terrenos públicos destinados a la ciencia y la producción agropecuaria. Lo que llaman “ajuste” es, en realidad, una privatización encubierta que favorece a desarrolladores inmobiliarios y al agronegocio concentrado. Las 100.000 hectáreas del INTA, en la mira.