(Por Guillo Pistonesi) Desde el inicio de la fórmula Cambiemos, los famosos timbreos arrastraron a propios (PRO) y ajenos (radicales, lilitos) en esta particular estrategia de marketing que intenta poner a los políticos "cerca de la gente". Sin embargo las encuestas no son los resultados esperados y en el medio del ajuste y crisis política que atraviesa el Gobierno, el equipo de comunicación de María Eugenia Vidal definió una nueva estrategia comunicacional.

La izquierda Diario, pudo acceder a una verdadera planificación -lejos de la austeridad que pregonan- del uso de recursos estatales para la campaña del propio partido del Gobierno: autos oficiales, viáticos y empleados precarizados, son obligados a participar. Los autos deben frenar unas cuadras antes y retirarse de la zona hasta finalizar el timbreo, para que no quede registro en ninguna cámara periodística. No es así para los "colaboradores", o mejor dicho empleados precarios de la Provincia, que deben acompañar en toda la recorrida para - en el mejor de los casos - sacar fotos, armar las publicaciones de las redes sociales, asesorar y tomar nota de los reclamos vecinales, - mientras que en el peor de los casos además - repartir algún volante y militar la campaña del ajuste.

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Ya en otras oportunidades fue noticia la veracidad de estos eventos, pero la particularidad es que esta misma semana la gobernadora manifestó, en el programa "La Cornisa" que conduce Luis Majul, que los bonaerenses eligieron el cambio para que los políticos no tengan ningún privilegio.

UNIDAD QUE EMPOBRECE
El Masismo recupera su lugar como principal aliado de Vidalhttps://t.co/97Ia9ixzCz pic.twitter.com/2SVWQGYYRn

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"Me salvé del cáncer, pero no de los tarifazos"

La orden bajó en cada lugar, con directivas para cada punto de encuentro: "Mano a mano con Andrea. Mates, charla y luego caminata con ella por la avenida escuchando a los comerciantes. En la caminata: presentarse, preguntar cómo viven la situación (evitar la palabra inflación), si están mejor, peor o igual que antes; cuáles son las principales problemáticas de su barrio y qué le dirían a la gobernadora. Enviar las fotos antes de las 11:30 para poder publicar en las redes y enviar a medios".

Además cada equipo recibe detalles de cuáles son los principales hospitales de la zona, si hay cloacas, si faltan obras o se avanzaron en las mismas, aumentos en temas de "seguridad", entre otros datos, para que la respuesta de los funcionarios - lo único que podría ser espontáneo - tampoco lo sea. A pesar de esto, el contexto político y social se ubica la mayoría de las veces por encima de las intenciones de Cambiemos. El malestar social pesa y se notan en la mayoría de las respuestas de los trabajadores.

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César tiene 67 años, está jubilado. Un miembro del gabinete se acerca a la puerta de su casa y le pregunta con tono simpático y simulando ser amable: "¿Y?¿Cómo andan las cosas?". César lo mira y contesta: "Cobro 12 mil de jubilación y tengo 4 mil de gas para pagar. Decime vos cómo andan las cosas". Se hace un silencio interminable.

Rosa también es jubilada. En el último mes despidieron a sus dos hijos que tuvieron que volver a vivir con ella, uno de ellos también con su esposa y dos hijos chicos. El funcionario la felicita por "hacer el esfuerzo y tener fe" y deja a alguien de su equipo hablando.

Después de recibir durante un rato quejas, un funcionario le pregunta medio ofuscado a Rubén: "¿Pero entonces a quién vas a votar?¿A los de antes? ¿Y Vidal?". Rubén le repregunta: "¿Vidal es distinta a Macri? No. No son distintos".

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"Me salvé del cáncer, pero no de los tarifazos", fue otra de las respuestas que recibieron. Y así podrían llenarse hojas enteras.

"Timbreos permanentes" dicen que fue el título de la presentación que realizaron en la última reunión de gabinete, donde el eje estará puesto en que "en cada actividad que realice cualquier miembro del equipo, lo que importa son las historias reales, el contacto con la gente. Los protagonistas son los ciudadanos y las políticas públicas que favorecen a los mismos". Al margen de que los actuales planes del Gobierno y los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, no serían justamente favorables a los "ciudadanos", en la letra chica de esta propuesta también figuran algunos "detalles" para que los "timbreos de gestión" se conviertan rápidamente en la campaña electoral para "Vidal 2019".

Si el escándalo de los aportantes truchos dejó expuesta la corrupción de un gobierno que hizo del discurso honestista del "cambio" su leit motiv, la utilización de recursos públicos para la campaña de Vidal no hace más que develar aún más el verdadero rostro de Cambiemos.

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