Argentina nunca se estuvo por quedar sin gas, a pesar de que ese fue el argumento esgrimido por el Gobierno nacional para aplicar el tarifazo energético. “Hay que aumentar tarifas para que haya más producción”. Esta fue una de las primeras mentiras (planificadas) de la gestión Cambiemos.

En el decreto 893/2016 firmado en julio del año pasado, el Gobierno avanzó en un esquema de “bicicleta gasífera” o swaps. Se autorizaba la exportación de gas desde la Argentina –con la excusa de hacer uso de la capacidad instalada ociosa- en casos de emergencia sin necesidad de chequear los niveles de reservas, recurso que luego ingresaría nuevamente al país vía importación.

El decreto en cuestión decía lo siguiente:

“A los efectos de habilitar la asistencia entre la República Argentina y sus países vecinos, corresponde fijar normas especiales para el otorgamiento de permisos de exportación de gas natural en los casos en los cuales las exportaciones sean temporarias y destinadas a brindar asistencia en situaciones de emergencia, así como en situaciones que posibiliten la utilización de la infraestructura de los países vecinos para facilitar el transporte (tanto físicamente, como a través de intercambios comerciales) de ese gas natural y su posterior reingreso al mercado interno argentino.”

A partir de la resolución 502-E/2017, YPF fue autorizada a exportar a Chile 115 millones de metros cúbicos diarios de gas, que serán adquiridos por Methanex. A su vez, esta sociedad importará hacia la Argentina metanol. A esto le llamamos “bicicleta gasífera”. Pero no solo metanol, sino que la empresa posee plantas regasificadoras en el país trasandino.

El complejo productivo Methanex está ubicado en el sector de Cabo Negro en la región de Magallanes, a 28 kilómetros al norte de la ciudad de Punta Arenas. Desde esta ubicación estratégica, Methanex envía metanol a los mercados de Asia, Norteamérica, Sudamérica, Europa y Sudáfrica.

TODO TURBIO
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Según la empresa chilena, producto de las restricciones en el suministro de gas natural tuvo que achicar su producción durante los últimos años. Esas restricciones obedecieron a la decisión del ex presidente Néstor Kirchner de cortar las exportaciones decididas durante la primera etapa neoliberal en la Argentina (década del `90).

¿Cómo funcionará este intercambio?

“La Argentina le entregaría gas rico, es decir, con valor petroquímico a Methanex en Punta Arenas proveniente de nuestra cuenca fueguina y recibiría ese gas desde alguna de las dos plantas regasificadoras que tiene Chile: Quinteros a la altura de Santiago por el gasoducto GasAndes o la de Atacama en el norte a través del Norandino (Fuente Oetec).

Es decir, el Gobierno nacional decidió “financiar” el negocio productivo de Methanex con la producción de YPF, que es una manera no convencional de transformar a la empresa insignia del sector energético en una mera boca de expendio para los negocios chilenos.

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