Elisa Carrió busca distraer a la opinión pública con denuncias de todo tipo y eso generó celos de otra denunciadora serial: Margarita Stolbizer. El macrismo necesita de escándalos judiciales para desviar la atención de una economía en recesión. Marga y Elisa, al rescate.
Viernes 01 de julio de 2016 | 19:46
"Tiene la mala costumbre de descalificar todo lo que no hace ella", lanzó Stolbizer sobre Carrió, sin vueltas. El enojo era notable: el protagonismo de Llilita opacaba a otra fanática de las denuncias.
El macrismo, feliz: necesita de una extensa maratón mediática de casos judiciales del kirchnerismo para desviar la atención de una economía que comienza a ingresar en terapia intensiva. La pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, la inflación, la caída en la recaudación y los maquillajes ideados por Macri comienzan a enojar a la ciudadanía.
El problema comenzó cuando Carrió cuestionó los allanamientos dispuestos por el juez macrista Claudio Bonadío a instancias de una denuncia de la opoficialista Stolbizer. Rápida de reflejos y reclamando protagonismo, Carrió cuestionó el accionar del magistrado y pidió ir por Julio De Vido antes que por Cristina.
"Hay que ser valientes, hay que desmontar el narcotráfico y los grandes negocios. Ya quedará tiempo para Cristina (Fernández). Nosotros en esa no estamos", había dicho Lilita.
Pero la pelea por el protagonismo político es feroz y entonces Margarita reaccionó.
Lo cierto es que ambas juegan para Macri, un Presidente que no pudo cumplir sus principales de campaña. El segundo semestre llegó con una economía en recesión, despidos, inflación, aumento del precio del dólar y caída de reservas. Lo único que sostiene la imagen del "Presi Mau" son las denuncias mediáticas que entretienen a los televidentes.