Aranguren no hace política; su nicho es el trabajo con los números y sólo con los números. Así gestiona el ministerio de Energía y Minería con un perfil empresario y no con una perspectiva social que debería tener desde el Estado.

Consultado sobre el efecto en las paritarias que los aumentos en los servicios puedan tener, el funcionario señaló que “todas las decisiones del Gobierno toman en cuenta los tres objetivos que se puso Macri: unir a los argentinos, terminar con el narcotráfico y pobreza cero. Por eso, sus impactos van a ser reconocidos”.

Aranguren afirmó que la responsabilidad de la administración pública “es que haya energía, y para eso se decretó la emergencia eléctrica”. En ese sentido, dijo que “en un par de años se recuperarán parámetros de calidad que tuvimos hace diez años”.

Aranguren omite explicar que hace 10 años la demanda eléctrica era baja debido a una menor actividad industrial. Quizás el desmantelamiento productivo que diseña el macrismo sea la estrategia para achicar la demanda sobre la energía.

“La energía eléctrica tuvo un costo bajo, se cobrabran impuestos para otras cosas, eso es lo que aparecía en las facturas, y se trata de inequidades de la última década”, consideró el ministro de Energía y Minería, que omite explicar que la medida se debió a la búsqueda de recuperación del mercado interno y el aumento del poder adquisitivo para los trabajadores.

“Nosotros reconocemos cuál es el costo real de la energía eléctrica”, agregó.

En diálogo con Radio Mitre, Araguren también se refirió a la misiva que dio a conocer el ex ministro de Planificación, Julio De Vido: “Me llamo la atención la carta que publicó el ex ministro, de la que luego se hizo eco la ex Presidenta, porque lo que dan respuesta a sus palabras son los propios hechos del ex funcionario”.

Aranguren avanzará en un nuevo tarifazo que golpeará en los hogares de la Argentina y también en la industria que trasladará a precios el aumento de los costos por energía. La inflación parece no tener techo.