Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felices, la seguridad de los justos, el sufrimiento de los humildes

“Quisiera que recuerden, quisiera que me recuerden sin lamentar, sin llorarme. Quisiera que me recuerden por haber hecho camino, por haber marcado un rumbo, porque emocioné su alma, porque se sintieron queridos, protegido y ayudados. Porque interpreté sus ansias, porque canalicé su amor”. La lectura del poema de Joaquín Areta por Néstor marcó la memoria de un mandatario, que llegó para marcar un punto de inflexión en la historia política reciente.

Néstor llegó a la Rosada en medio de un importante crisis de legitimidad política con solo el 22% de los votos. Sin embargo, la construcción política le permitió salir de la crisis institucional y la debacle económica.

Entre las medidas más importantes de Kirchner se destacan la reforma de la Corte Suprema adicta que desató un escándalo cuando sobreseyó a Mauricio Macri por tráfico de autopartes y cuando quiso imponer medidas de Gobierno. También fue un actor fundamental en la discusión por la renegociación de la deuda que le permitió al país un quita de millones de dólares.

También la mirada regional marcó el rumbo de los últimos años. El ex presidente fue un actor fundamental en el proceso de paz que evitó una guerra entre Colombia y Venezuela, así como también le negativa a la conformación del ALCA y la creación de la Unasur.

También impulsó la derogación de las leyes de impunidad y los indultos, lo que permitió que se inicien los juicios a los genocidas. Al mismo tiempo, pidió perdón en nombre del Estado nacional por los secuestros, las torturas y las desapariciones de la última dictadura militar.

Una de sus primeras medidas de Gobierno fue derogar las leyes de flexibilización laboral sancionadas en la década menemista y en el gobierno de la Alianza, lo que provocó condiciones paupérrimas para los trabajadores argentinos.

Fue despedido por cientos de miles de personas en la Casa Rosada y en todo el país. Hoy se realizarán actos para recordar la figura política que recupero el rol central de la política en las discusiones de país.

“Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felices, la seguridad de los justos, el sufrimiento de los humildes. Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores, con comprensión por mis debilidades, con cariño por mis virtudes. Si no es así, prefiero el olvido, que será el más duro castigo por no cumplir mi deber de hombre”, leyó en palabras de Areta.