Los radicales debemos acompañar la política de alianzas por el partido, pero de ninguna manera estamos obligados a a callar nuestras discrepancias y acompañar cuestiones que no compartimos

La lista es extensa pero alcanza con describir algunos ejemplos. Carlos Pampillón lidera la agrupación ultranacionalista Foro Nacional Patriótico (Fonapa), un grupo neonazi que reivindica la figura de Mohamed Alí Seineldín y suele dar apoyo a los militares procesados por delitos de lesa humanidad, está ligado al intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, y apoya a Macri. Aldo Rico, recordado por el levantamiento carapintada en Semana Santa de 1987 también apoya a Macri.  El cuñado y uno de los asesores claves de Del Sel en materia de seguridad, Oscar Silvani, es investigado por la Justicia de Tucumán por participar en la represión ilegal en la última dictadura cívico militar, y por supuesto que también es del riñón de Macri. Ahora, un nuevo vínculo con la dictadura cívico militar puso al descubierto el entramado de Cambiemos, que tal como su nombre lo indica, pareciera que las modificaciones tienen que ver con dejar atrás el sistema democrático y retroceder casi 40 años, al período más oscuro de la historia nacional.

Esta vez la olla la destapó el presidente del Comité bonaerense de la UCR, Ricardo Alfonsín, y referente de uno de los tres espacios (los otros son la Coalición Cívica y el Pro) que conforman la alianza que postula al ex presidente de Boca como candidato en las próximas elecciones, al manifestar su preocupación porque "las políticas de Defensa de Cambiemos están a cargo de un excarapintada que se alzó contra la Constitución Nacional durante la transición democrática", advirtió el diputado en su cuenta de Twitter, en referencia al mayor retirado Juan José Gómez Centurión. Además, Alfonsín aseguró que habló de este tema con el presidente del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, quien, según dijo el diputado, "comparte la misma preocupación".
"Los radicales debemos acompañar la política de alianzas orgánicamente definida por el partido, pero de ninguna manera estamos obligados a a callar nuestras discrepancias y acompañar cuestiones que no compartimos", concluyó el hijo del primer presidente desde la vuelta a la democracia.

Gómez Centurión, de 57 años, tiene un nutrido prontuario, que se destaca porque participó de los levantamientos de Semana Santa, en abril de 1987 y de Monte Caseros, en enero de 1988, contra el gobierno de Raúl Alfonsín. En la actualidad, el ex militar es titular de la Agencia Gubernamental de Control y forma parte del directorio de la Fundación Pensar, usina de pensamiento del macrismo. "Éramos muy jóvenes y había mucho enojo con la cúpula militar, que no terminaba de reestructurar un Ejército que había perdido una guerra", explicó al diario La Nación Gómez Centurión para justificar su participación en los levantamientos liderados por Aldo Rico.