Según publicó hoy el diario Ámbito Financiero, el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri convocó al mítico Carlos Grosso para que conforme un grupo de abogados que controle el escrutinio definitivo de la elección santafesina en los Tribunales.

Estos letrados revisarán todas las impugnaciones de la elección del domingo último y luego realizarán los reclamos correspondientes en la Justicia Electoral de Santa Fe.

El ex ejecutivo del Grupo Socma, acompaña a Macri desde el año 2003, cuando el líder del Pro disputó por primera vez la Capital.

Ya por entonces, Grosso fue resistido por el entorno de Macri, a raíz del prontuario judicial que acumuló tras su paso por la administración porteña durante la presidencia de Carlos Menem.

La mayoría de las causas se gestaron en el fuero federal en la segunda mitad de los '90 y fueron consecuencia de las concesiones otorgadas.

Grosso se convirtió en un paradigma de la corrupción en la memoria colectiva, al punto en que se convirtió en una mancha venenosa para la política.

Inteligente y muy influyente, Grosso sin embargo sigue siendo un dirigente de consulta para algunos candidatos. De hecho, fue uno de los principales instructores políticos de Francisco de Narváez.

Ahora, Grosso auxilia a Macri en su intento por no perder la provincia de Santa Fe, lo que implicaría un duro golpe para las aspiraciones presidenciales del alcalde.