Si bien falta el escrutinio definitivo, la casi segura derrota de Del Sel en Santa Fe es un golpe para la candidatura de Macri y refuerza el carácter porteño del PRO. Con pronóstico poco alentador en Córdoba, el macrismo revela su falta de estructura nacional.
Andrés Brown Redacción En Orsai // Lunes 15 de junio de 2015 | 16:34
Después de una PASO exitosa, el PRO esperaba una victoria casi segura y muy necesaria de Miguel del Sel en Santa Fe.
Sin embargo, la derrota del ex Midachi (falta el escrutinio definitivo, pero el socialista Miguel Lifschitz lleva las de ganar) marcó un duro golpe para Mauricio Macri, que apuntaba a un encadenado de tapas positivas para fortalecer su precandidatura presidencial.
Así, el macrismo parece haber vuelto a sus inicios, cuando el principal problema que tenía la fuerza de Macri era no poder exceder a la Capital Federal.
Con una elección en Córdoba que no augura una victoria para el PRO, la única buena noticia electoral que espera Macri antes de las PASO nacionales es la de los comicios porteños del próximo 5 de julio. Y aunque se imponga el delfín macrista Horacio Rodríguez Larreta, un posible balotaje podría dar una imagen de debilidad del PRO en el único distrito que gobierna.
La caída de Del Sel además puso en crisis la apuesta PRO de no pactar con Sergio Massa. De hecho, una lectura posible sobre la elección santafecina es que si Macri hubiera acordado con el líder del Frente Renovador, su candidato Oscar Martínez podría haberle otorgado a Del Sel el triunfo con el aporte de su 3,66 por ciento.
Es que Macri quiere quedarse con los beneficios y ninguno de los perjuicios de un pacto con Massa: es decir, pretende no quedar pegado al PJ (esa es la tesis que impulsa el gurú Jaime Durán Barba), pero sí capitalizar la estructura y poder territorial que le podrían dar los dirigentes huérfanos del massismo.
Pero los resultados santafecinos no parecen haber avalado la hipótesis de Durán Barba.
Ahora, la única perspectiva de dar un mensaje de fortaleza nacional por parte del PRO se sostiene en las próximas elecciones cordobesas. Pero las encuestas están lejos de prometer un deselnace exitoso para el macrismo.
Los radicales y los macristas cordobeses esperan que el candidato presidencial del PRO sea el apoyo necesita la fórmula opositora de Oscar Aguad y Héctor Baldassi para pelearle a la postulación oficialista de Juan Schiaretti.
Paradojalmente, Macri espera la contrario: que el "milico" Aguad le de una mano antes de las PASO. De lo contrario, el PRO retomará su problema crónico: la falta de peso y despliegue nacional.