En Leones, una ciudad cercana, integrantes del Consorcio Caminero 27 plantearon que por el trazado de un canal ilegal desde un campo, la escuela rural Carlos Guido y Spano fue inundada por el agua desviada desde el campo, lo que provocó que el establecimiento educativo no tuviera clases durante un mes, hasta que se pudo "meter máquinas" para reparar ese camino por donde corría el agua.

“Todo es posible con el trabajo y esfuerzo constante; alimentando la solidaridad y rechazando el egoísmo. El egoísta no tiene lugar en el sistema de consorcios camineros. A mitad de marzo, haciendo la recorrida con el técnico para certificar las obras de emergencia, se sorprenden con una desembocadura de un campo hacia el camino hecho a pala, lo que impidió el normal tránsito y entre sus consecuencias el dictado de clases, durante semanas, en una escuela rural", denunció Antonio Picca, presidente del Consorcio Caminero.

"Son los propios colonos los que dicen tener como prioridad la educación rural y resulta que una pala hace un canal que corta el camino de los chicos y la maestra. Pero por suerte siempre hay solidaridad de productores que abren un camino interno provisorio. No podemos acusar ni denunciar a nadie porque no lo vimos. Pero se perdió más de treinta días de clases”, completó.

La Escuela Rural Carlos Guido y Spano se ubica en el paraje Colonia Maizales, a 15 kilómetros de Leones.

Esta noticia viene a ser un episodio más que involucra a productores agropecuarios con canales clandestinos, en medio de estudios científicos que ratifican que las inundaciones en Córdoba se han dado no sólo por el fuerte temporal, sino principalmente por el desmonte y la falta de controles en construcciones en las riberas de los ríos, panorama donde además, los sembrados de soja funcionan como aceleradores del paso del agua hacia las localidades.