Siempre ha tenido una actitud constructiva con nosotros como opositor, siempre colaboró con ideas y con sus legisladores. Es un hombre que ayuda a la gobernabilidad de la Provincia

Primero, una reciente encuesta de Poliarquía lo puso de nuevo en la escena de la política bonaerense. "El año que viene habrá elecciones en la provincia de Buenos Aires. Si los candidatos fueran los siguientes ¿a quién votaría?", consultaba la empresa que suele trabajar para el gobierno de Daniel Scioli y también para el de Mauricio Macri.

Ahí, Martín Insaurralde figuraba primero con un 39%, seguido de lejos por Margarita Stolbizer con 16. Tercero aparecía el desaparecido Francisco de Narváez con 14.

Desde ese espaldarazo dado por una encuestadora no exenta de internas y polémicas, el diputado De Narváez busca levantar su perfil y, de hecho, reactivó su cuenta de tuiter, que andaba algo olvidada.

Su reaparición como precandidato a gobernador con chances es funcional a la estrategia de Daniel Scioli, con quien mantiene un aceitado vínculo.

De hecho, la mano derecha del Colorado, Gustavo Ferrari, ocupa un cargo algo nominal en la Asesoría Tutelar bonaerense. Una designación que funciona como una amenaza velada del sciolismo, en caso de que Insaurralde (hasta hoy integrante del espacio oficialisma) se pase al massismo y reniegue de una alianza con Scioli para 2015.

El propio Alberto Pérez, jefe de gabinete del gobierno bonaerense y principal operador de Scioli, hizo explícita la opción de De Narváez como un Plan B posible.

“Siempre ha tenido una actitud constructiva con nosotros como opositor, siempre colaboró con ideas y con sus legisladores. Es un hombre que ayuda a la gobernabilidad de la Provincia, por ahora”, afirmó Pérez sobre De Narváez.