La lucha será victoriosa, porque es la lucha de la mayoría del pueblo brasileño

Una vez más las operaciones de prensa y la instalación de candidatos ficticios no tuvieron eco en la ciudadanía, ya que el electorado brasileño se volcó por la presidenta Dilma. La mandataria obtuvo un amplio margen en las elecciones, pero no alcanzó la diferencia suficiente para evitar el balotaje.

Lo llamativo de las elecciones de ayer es que una de la candidata con mayor apoyo mediático, Marina Silva, quedó postergada a un tercer lugar y así fuera de la competencia presidencial.

Una ves más, se enfrentarán por la presidencia de Brasil el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Las elecciones serán el próximo 26 de octubre.

Rousseff reunió 41,59 por ciento de los votos contra 33,55 por ciento de Neves cuando se había completado el escrutinio de 99,94 por ciento de las urnas, informó el Tribunal Superior Electoral (TSE) en su sitio de internet.

Detrás quedaron Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), con 21,32 por ciento; Luciana Genro, del Partido Socialismo y Libertad (Psol), con 1,55 por ciento, y otros siete postulantes, ninguno de los cuales alcanzaba a uno por ciento.

Con ese avance del escrutinio, la tasa de abstención era de 19,39 por ciento de los 142,8 millones de ciudadanos empadronados.

Rousseff sabía que la definición sería en segunda vuelta, y evitó mencionar un preferido para competir en el balotaje. “La lucha continúa, una lucha que sin duda será victoriosa, porque es la lucha de la mayoría del pueblo brasileño”, señaló Rousseff, de traje blanco y con la voz tomada a causa de una laringitis, en un hotel de Brasilia desde donde dio una conferencia de prensa alrededor de las 22.

Al igual que la oposición argentina, Neves convocó a una alianza de partidos: “Todos los que puedan dar contribución son bienvenidos; el nuestro no es un proyecto de un partido sino de todos los brasileños que quieren ver al país crecer”.

La difusión de los resultados, tanto los de encuestas a boca de urna como los de los cómputos oficiales, se demoró un par de horas debido a los “problemas técnicos” registrados en el sistema electrónico de votación, particularmente en Brasilia, admitido tanto por autoridades del TSE como del Tribunal Regional Electoral (TRE) del Distrito Federal.