La actual presidenta obtendría el 40% de los votos, por lo que sería necesario realizar una segunda vuelta el día 26. Competiría en el balotaje con la ecologista Marina Silva, favorita de los mercados y la derecha.
Agencias y Redacción de EnOrsai // Viernes 03 de octubre de 2014 | 21:34
En Brasil hay una sola duda: quién sale segundo. Las encuestas gritan que Dilma Rousseff ganará las elecciones presidenciales del domingo por alrededor del 40% de los votos. No le alcanzará para ser reelecta en primera vuelta, por lo que el 26 del corriente se celebrará el balotaje.
Un total de 142,8 millones de ciudadanos están habilitados para votar el domingo en las elecciones presidenciales de Brasil. El voto es a través de urna electrónica y es obligatorio a partir de los 18 años y hasta los 70 años de edad.
La única duda para el domingo pues reside en saber quién ocupará el segundo lugar, sitio que disputan la ecologista que giró a la derecha Marina Silva, del Partido Socialista, a quien las encuestas le otorgan el 25%, cinco puntos por delante del socialdemócrata (también de centroderecha), Aécio Neves, que as¡ quedar¡a fuera del balotaje del 26 de octubre.
En el cierre de las campañas antes de que con el primer minuto de hoy empiece a regir la veda para brindar discursos públicos -la ley electoral local les permite a los candidatos mostrarse, pero no hablar-, Dilma hizo una demostración de fuerza en San Pablo, la conservadora capital industrial del pa¡s.
A bordo de un Dilmamóvil, acompañada de su antecesor Lula y luego de desfilar por el corazón económico de la ciudad, la dignataria concluyó poco después del mediod¡a su recorrido en la céntrica plaza Ramos de Azevedo, frente al emblemático Teatro Municipal.
Entre carteles rojos con la leyenda ``Más cambios, más PT'' y Mexer nos meus direitos, nem que a vaca tussa! (lo que significar¡a Arrebatar nuestros derechos, ni pensarlo), militantes oficialistas disfrazados de tomate, zanahoria y aj¡ iban saludando a la muchedumbre mientras exhib¡an una enorme pancarta que dec¡a: "Dilma es alimentos en la mesa''.
EL CONGRESO QUE VIENE
Se sabe también que la próxima presidente (sea Dilma o Marina) deberá lidiar con una Cámara de Diputados ampliamente renovada y donde los principales partidos perderán espacio, por lo que estará forzado a la negociación permanente. Es que se espera que las fuerzas pol¡ticas medianas y pequeñas ganarán bancas, estimándose que la cantidad de agrupaciones con representación legislativa saltará de 22 a 28.
Mañana se renovará la tercera parte del Senado (27 escaños) y la totalidad de la Cámara Baja de 513 miembros, 391 de los cuales aspiran a la reelección -en 2010 407 buscaron otro per¡odo y, en 2006, 445-. Con estas cifras, las proyecciones del Departamento Intersindical de Asesor¡a Parlamentaria (DIAP) auguran que la tasa de renovación será mayor que la del 44 por ciento registrado en los anteriores comicios, cuando 288 conservaron sus bancas.
Para el DIAP, los partidos que apoyan a Dilma obtendrán 309 diputados frente a los 340 que posee hoy, con una merma del PT, que de 88 caerá a 82, aunque el oficialismo retendrá la primera mayor¡a. Su mayor aliado, el conservador Movimiento Democrático, perderá 12 escaños de sus 72. La alianza que respalda a Aécio Neves cosechar¡a 160 diputados, por encima de los 118 actuales, mientras que las fuerzas que impulsan la candidatura de Silva sumar¡an 60, casi duplicando los 32 que detenta.
MERCADOS MOLESTOS
Por primera vez desde 2008 y a horas de los comicios presidenciales, el dólar superó ayer la barrera de los 2,50 reales. Desde comienzos de septiembre el real ha sufrido un desplome de más del 11 por ciento (otro problema para la Argentina, por cierto). La recuperación de Dilma en las encuestas provocó la rápida depreciación de la divisa, pese a los intentos del Banco Central por sostenerla, e importantes ca¡das en la bolsa.