DIEZ CLAVES DE BRASIL

Hoy Marina le gana a Dilma, pero ya puede haber tocado su techo

La ecologista opositora tuvo un meteórico ascenso desde que fue nombrada candidata hace tres semanas. Giró a la derecha y se manifestó contra el matrimonio gay. El factor religioso.

Hoy Marina le gana a Dilma, pero ya puede haber tocado su techo

Guillermo Belcore // Sábado 06 de septiembre de 2014 | 23:32

 

Falta un mes para las elecciones en Brasil. Y las encuestas pronostican una rotunda sorpresa: Dilma no sería reelecta. La opositora y ecologista Marina Silva ha pasado en tres semanas de ser nombrada candidata (tras la muerte del líder socialista Eduardo Campos en un accidente aéreo) a liderar los sondeos, que le otorgan una victoria en la segunda vuelta de siete puntos. La campaña electoral está que arde. Acá te contamos las claves políticas de un país absolutamente prioritario para la Argentina.
1) ¿Qué y cuándo se vota?
El 5 de octubre se celebra en Brasil la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos, habrá un balotaje el día 26 del mismo mes.
2) ¿Cuáles son los principales candidatos?
Es una pelea de tres. La presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), va por la reelección. Su principal rival hasta hace un mes, era el telegénico ex gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves, por el Partido Socialdemócrata, el del ex presidente Fernando Henrique Cardoso que, a pesar de su nombre, ha virado hacia una derecha leve. La tercera fuerza en cuestión es el Partido Socialista Brasileiro (PSB). El 13 de agosto murió su candidato Eduardo Campos en un accidente aéreo, junto a otras seis personas. El país se conmovió De inmediato fue nombrada como sucesora la ecologista Marina Silva y, de pronto, todo cambió de manera dramática. El centro de la campaña se desplazó hacia esta mujer outsider.
3) ¿Quién es Marina Silva?
Historiadora, psicopedagoga, de 56 años y origen humilde, Marina había obtenido en las elecciones presidenciales de 2010 el 19 millones de votos, por lo que obtuvo un rutilante tercer lugar. Representaba al Partido Verde. Naciones Unidas la ha premiado por su lucha infatigable para preservar la selva del Amazonas, el pulmón de nuestro continente. Fue amiga personal de Chico Mendes. Marina nació en el estado amazónico de Acre. Hasta los 16 años fue analfabeta y en 1994 se convirtió en la senadora más joven en la historia de Brasil. Fue ministra de Medio Ambiente con Lula y, según su testimonio, “perdió todas las batallas con sus colegas del gabinete“. En 2009 se desafilió del PT; en el 2013 se sumó al Partido Socialista del ex gobernador de Pernambuco Eduardo Campos porque no había conseguido la cantidad necesaria de firmas para presentarse en solitario. Si gana en octubre, será la primera vez que llega a la presidencia de Brasil una mujer de origen pobre, ex maestra de escuela, y con ancestros africanos.
4) ¿Por qué ese furor con Marina?
Evidentemente hay una deseo muy intenso de cambio en gran parte de la sociedad brasileña, que se ha manifestado, por ejemplo, en las multitudinarias marchas de protesta durante el año pasado en San Pablo y Río de Janeiro. Marina Silva es lo nuevo; lo que se opone a los políticos tradicionales, como lo era Lula a principios de este siglo. Pero también hay otras razones económicas e incluso religiosas que explican el fenómeno?
5) ¿Cómo influye la situación económica?
A pesar del aumento del gasto público y el arribó de millares de turistas por el Mundial de Fútbol, Brasil cayó este año en recesión, es decir sumó dos trimestres consecutivos de baja del Producto Bruto. Esto, naturalmente, genera malhumor contra Dilma. Pero maticemos, miremos toda la película no sólo la última foto. La política económica y social del PT arrancó de la pobreza desde 2002 a unos cincuenta millones de personas. Nunca estuvo mejor que ahora la clase trabajadora brasileña, con un desempleo e inflación en los mínimos históricos. En todo caso, la sociedad se agita por las llamadas demandas de segunda generación: mejor transporte, educación superior, seguridad, moralidad política.
6) La cuestión religiosa.
Tradicionalmente, tanto las comunidades eclesiales de base -ese catolicismo vivo y con ciertas afinidades con las posiciones marxistas- como los obispos más progresistas han respaldo al PT de Lula y Dilma. Marina, en cambio, es una ferviente evangelista, por lo que cuenta, a priori, con la simpatía de decenas de millones de personas que han dejado a la Iglesia Católica y participan fervorosamente en cultos de tipo pentecostal. La semana pasada, Marina anunció que, por sus convicciones religiosas, no apoya el casamiento entre homosexuales en una audaz jugada política que la granjeó el repudio de los líderes de la comunidad gay pero la puso en el pedestal de cientos de influyentes pastores. Te recuerdo que la unión civil entre personas del mismo sexo fue consagrada en Brasil por una decisión de 2013 de la Justicia, pero el Congreso no ha legislado sobre el casamiento igualitario, tal como rige en la Argentina, y como exige la comunidad gay. Se perfila entonces -con matices naturalmente, nada es blanco y negro en política- una división de aguas religiosa: catolicismo progresista (Dilma) vs. evangelismo popular (Dilma).
7) ¿Cómo ha reaccionado el PT al ascenso de Marina?
Enorme paradoja, los estrategas oficialistas apelan al miedo y al terrorismo mediático tal como hacían hace unas décadas los adversarios de Lula. Tachan a Marina de la antipolítica, un salto al vacío, la inexperiencia en cuestiones económicas, enemiga de los subsidios sociales. La semana pasada el PT lanzó un anuncio en la televisión nacional en el que se alerta de que la ecologista puede acabar como Fernando Collor de Melo y otros "salvadores de la patria" si llegase al poder. "Dos veces en su historia, Brasil eligió salvadores de la patria, jefes del partido de 'yo solo'", dice un locutor en el espacio de propaganda electoral de Dilma. El espacio muestra imágenes de los expresidentes Janio Quadros, que renunció en 1961, tras lo cual se abrió una crisis que desembocó en el golpe de Estado de 1964, y Collor de Mello, que dimitió en 1992 en medio de un escándalo de corrupción. "Sabemos cómo eso acabó. Soñar es bueno, pero en una elección se deben poner los pies en el suelo y volver a la realidad", añade la propaganda de Rousseff. Un golpe bajo. Dilma debería salir a recorrer el país y retomar el contacto con la gente, destacan algunos políticos del PT.
8) El poder del dinero
Si el pueblo mantiene dudas, los empresarios ya han votado. Las donaciones a la campaña a la reelección de Dilma sextuplican hasta ahora a las recibidas por Marina, informó ayer una fuente oficial. En efecto, la campaña del PT ha recibido hasta ahora 123,3 millones de reales (unos 55 millones de dólares), mientras que el comité de Silva ha recaudado en donaciones 19,5 millones de reales (unos 8,7 millones de dólares), según un balance divulgado hoy por el Tribunal Superior Electoral. El candidato de la derecha, Aécio Neves, recaudó 40,6 millones de reales (cerca de 18 millones de dólares). Las donaciones son procedentes de empresas y particulares y las más cuantiosas, en los tres casos, proceden de constructoras, bancos y grandes consorcios económicos que han logrado ganancias sin precedentes durante el decenio petetista.
9) ¿Cómo afectaría a la Argentina un triunfo de Marina?
En los últimos días, acaso para ganar credibilidad ante el establishment Marina ha girado a la derecha, notoriamente. El 29 de agosto entregó su plan de Gobierno con la cúpula del PSB y dos de sus principales referentes, el economista Eduardo Gianetti da Fonseca y Neca Setúbal, quien se ocupa de temas educativos y es la heredera del imperio financiero del Banco Itaú, uno de los mayores del país.
Aspectos desconocidos hasta el momento, como su pensamientos sobre la política externa, fueron revelados por ella y su compañero de fórmula, Beto Albuquerque, en un libro de 250 páginas y seis módulos, destacaron las agencias de noticias. En estos se incluye, por ejemplo, que propugnará por una flexibilización en las reglas del Mercosur para poder realizar acuerdos bilaterales con otros países en caso de que no se adhieran a la idea los otros socios del bloque: Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Es decir, quiere más libro comercio para Brasil. Y puso como ejemplo el acuerdo que discute el bloque con la Unión Europea (UE): "En la negociación hay dificultades, como el caso de Argentina, pero eso no debería impedir que Brasil siguiera. Es una cuestión de defender los intereses del país sin perjudicar al resto". Defendió, en ese sentido, la llamada "negociación a dos velocidades", que según su programa de Gobierno no afecta al Tratado de Asunción de 1991, pacto fundacional del bloque suramericano. Su programa de Gobierno propone una política de aproximación del Mercosur con la Alianza del Pacífico -bloque comercial integrado por Chile, Colombia, Perú y México- y una "agenda positiva" con Estados Unidos. A tenor de este documento, hay más cercanía ideológica entre Cristina y Dilma; que entre Cristina y Marina. Pero independientemente del color político del presidente lo que más le conviene a la Argentina, es un Brasil estable y pujante que demande con fuerza manufacturas argentinas.
10) ¿Puede realmente Marina ganar?
Si no hay aluvión de votos, es difícil, a pesar de su buen momento. Dilma tiene todo para ser reelecta. Marina carece de una estructura política a nivel nacional y la propaganda negativa tarde o temprano hará mella en su popularidad. Puede que haya tocado un techo. Como recuerda la prensa brasileña, su fuerza política deviene en que destruyó su anterior identidad como la candidata de “la sustentabilidad ambiental a cualquier precio”. Hoy, 6 de septiembre, su ambigüedad, el no identificarse con nada y el repudio oportunista de “la vieja política“, la ha convertido en la candidata de todos (excepto de la comunidad gay más militante, por lo dicho en el punto seis). A Collor de Mello le alcanzó con los vagos deseos de cambio para derrotar a Lula, pero Marina no tiene los grandes medios a su favor. Veremos.

Falta un mes para las elecciones en Brasil. Y las encuestas pronostican una rotunda sorpresa: Dilma no sería reelecta. La opositora y ecologista Marina Silva surca el cielo de la política como un meteoro. Ha pasado en tres semanas de ser nombrada candidata (tras la muerte del líder socialista Eduardo Campos en un accidente aéreo) a liderar los sondeos, que le otorgan una victoria en la segunda vuelta de siete puntos. La campaña electoral está que arde. Acá te contamos las claves políticas de un país absolutamente prioritario para la Argentina.


1) ¿Qué y cuándo se vota?

El 5 de octubre se celebra en Brasil la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos, habrá un balotaje el día 26 del mismo mes.

2) ¿Cuáles son los principales candidatos?

Es una pelea de tres. La presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), va por la reelección. Su principal rival hasta hace un mes, era el telegénico ex gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves, por el Partido Socialdemócrata, el del ex presidente Fernando Henrique Cardoso que, a pesar de su nombre, encarna un conservadurismo leve. La tercera fuerza en cuestión es el Partido Socialista Brasileiro (PSB). El 13 de agosto murió su candidato Eduardo Campos en un accidente aéreo, junto a otras seis personas. El país se conmovió. De inmediato fue nombrada como sucesora la ecologista Marina Silva y, de pronto, todo cambió de manera dramática. El centro de la campaña se desplazó hacia esta supuesta outsider.


3) ¿Quién es Marina Silva?

Historiadora, psicopedagoga, de 56 años y origen humilde, Marina había obtenido en las elecciones presidenciales de 2010 el 19 millones de votos, por lo que obtuvo un rutilante tercer lugar. Representaba al Partido Verde. Naciones Unidas la ha premiado por su lucha infatigable para preservar la selva del Amazonas, el pulmón de nuestro continente. Fue amiga personal de Chico Mendes. Marina nació en el estado amazónico de Acre. Hasta los 16 años fue analfabeta y en 1994 se convirtió en la senadora más joven en la historia de Brasil. Fue ministra de Medio Ambiente con Lula y, según su testimonio, “perdió todas las batallas con sus colegas del gabinete“. En 2009 se desafilió del PT; en el 2013 se sumó al Partido Socialista del ex gobernador de Pernambuco Eduardo Campos porque no había conseguido la cantidad necesaria de firmas para presentarse en solitario. Si gana en octubre, será la primera vez que llega a la presidencia de Brasil una mujer de origen pobre, ex maestra de escuela, y con ancestros africanos.


4) ¿Por qué ese furor con Marina?

Evidentemente hay una deseo muy intenso de cambio en gran parte de la sociedad brasileña, que se ha manifestado, por ejemplo, en las multitudinarias marchas de protesta durante el año pasado en San Pablo y Río de Janeiro. Marina Silva es lo nuevo; lo que se opone a los políticos tradicionales, como lo era Lula a principios de este siglo. Pero también hay otras razones económicas e incluso religiosas que explican el fenómeno


5) ¿Cómo influye la situación económica?

A pesar del aumento del gasto público y la visita de millares de turistas por el Mundial de Fútbol, Brasil cayó este año en recesión, es decir sumó dos trimestres consecutivos de baja del Producto Bruto. Esto, naturalmente, genera malhumor contra Dilma. Pero maticemos, miremos toda la película no sólo la última foto. La política económica y social del PT arrancó de la pobreza desde 2002 a unos cincuenta millones de personas. Nunca estuvo mejor que ahora la clase trabajadora brasileña, con un desempleo e inflación en los mínimos históricos, amplia ayuda estatal y acceso al crédito. En todo caso, la sociedad se agita por las llamadas demandas de segunda generación: mejor transporte, educación superior, seguridad, moralidad política.


6) La cuestión religiosa.

Tradicionalmente, tanto las comunidades eclesiales de base -ese catolicismo vivo y con ciertas afinidades con las posiciones marxistas- como los obispos más progresistas han respaldo al PT de Lula y Dilma. Marina, en cambio, es una ferviente evangelista, por lo que cuenta, a priori, con la simpatía de decenas de millones de personas que han dejado a la Iglesia Católica y participan fervorosamente en cultos de tipo pentecostal. La semana pasada, Marina anunció que, por sus convicciones religiosas, no apoya el casamiento entre homosexuales en una audaz jugada política que la granjeó el repudio de los líderes de la comunidad gay pero la puso en el pedestal de cientos de influyentes pastores. Te recuerdo que la unión civil entre personas del mismo sexo fue consagrada en Brasil por una decisión de 2013 de la Justicia, pero el Congreso no ha legislado sobre el casamiento igualitario, tal como rige en la Argentina, y como exige la comunidad gay. Se perfila entonces -con matices naturalmente, nada es blanco y negro en política- una división de aguas religiosa: catolicismo progresista (Dilma) vs. evangelismo popular (Dilma).


7) ¿Cómo ha reaccionado el PT al ascenso de Marina?

Enorme paradoja, los estrategas oficialistas apelan al miedo y al terrorismo mediático tal como hacían hace unas décadas los adversarios de Lula. Tachan a Marina de la antipolítica, un salto al vacío, la inexperiencia en cuestiones económicas, enemiga de los subsidios sociales. La semana pasada el PT lanzó un anuncio en la televisión nacional en el que se alerta de que la ecologista puede acabar como Fernando Collor de Melo y otros "salvadores de la patria" si llegase al poder. "Dos veces en su historia, Brasil eligió salvadores de la patria, jefes del partido de 'yo solo'", dice un locutor en el espacio de propaganda electoral de Dilma. El espacio muestra imágenes de los expresidentes Janio Quadros, que renunció en 1961, tras lo cual se abrió una crisis que desembocó en el golpe de Estado de 1964, y Collor de Mello, que dimitió en 1992 en medio de un escándalo de corrupción. "Sabemos cómo eso acabó. Soñar es bueno, pero en una elección se deben poner los pies en el suelo y volver a la realidad", añade la propaganda de Rousseff. Un golpe bajo. Dilma debería rehacer su estrategia, salir a recorrer el país y retomar el contacto con la gente, destacan algunos políticos del PT.

8) El poder del dinero

Si el pueblo mantiene dudas, los empresarios ya han votado. Las donaciones a la campaña a la reelección de Dilma sextuplican hasta ahora a las recibidas por Marina, informó ayer una fuente oficial. En efecto, la campaña del PT ha recibido hasta ahora 123,3 millones de reales (unos 55 millones de dólares), mientras que el comité de Silva ha recaudado en donaciones 19,5 millones de reales (unos 8,7 millones de dólares), según un balance divulgado hoy por el Tribunal Superior Electoral. El candidato de la derecha, Aécio Neves, recaudó 40,6 millones de reales (cerca de 18 millones de dólares). Las donaciones son procedentes de empresas y particulares y las más cuantiosas, en los tres casos, proceden de constructoras, bancos y grandes consorcios económicos que han logrado ganancias sin precedentes durante el decenio petetista.

9) ¿Cómo afectaría a la Argentina un triunfo de Marina?

En los últimos días, acaso para ganar credibilidad ante el establishment Marina ha girado a la derecha, notoriamente. El 29 de agosto entregó su plan de Gobierno con la cúpula del PSB y dos de sus principales referentes, el economista Eduardo Gianetti da Fonseca y Neca Setúbal, quien se ocupa de temas educativos y es la heredera del imperio financiero del Banco Itaú, uno de los mayores del país.Aspectos desconocidos hasta el momento, como su pensamientos sobre la política externa, fueron revelados por ella y su compañero de fórmula, Beto Albuquerque, en un libro de 250 páginas y seis módulos, destacaron las agencias de noticias. En estos se incluye, por ejemplo, que propugnará por una flexibilización en las reglas del Mercosur para poder realizar acuerdos bilaterales con otros países en caso de que no se adhieran a la idea los otros socios del bloque: Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Es decir, quiere más libro comercio para Brasil. Y puso como ejemplo el acuerdo que discute el bloque con la Unión Europea (UE): "En la negociación hay dificultades, como el caso de Argentina, pero eso no debería impedir que Brasil siguiera. Es una cuestión de defender los intereses del país sin perjudicar al resto". Defendió, en ese sentido, la llamada "negociación a dos velocidades", que según su programa de Gobierno no afecta al Tratado de Asunción de 1991, pacto fundacional del bloque suramericano. Su programa de Gobierno propone una política de aproximación del Mercosur con la Alianza del Pacífico -bloque comercial integrado por Chile, Colombia, Perú y México- y una "agenda positiva" con Estados Unidos. A tenor de este documento, hay más cercanía ideológica entre Cristina y Dilma; que entre Cristina y Marina. Pero independientemente del color político del presidente lo que más le conviene a la Argentina, es un Brasil estable y pujante que demande con fuerza manufacturas argentinas.


10) ¿Puede realmente Marina ganar?

Si no hay aluvión de votos, es difícil, a pesar de su buen momento. Dilma tiene todo para ser reelecta. Marina carece de una estructura política a nivel nacional y la propaganda negativa tarde o temprano hará mella en su popularidad. Puede que haya tocado un techo. Como recuerda la prensa brasileña, su fuerza política deviene en que destruyó su anterior identidad como la candidata de “la sustentabilidad ambiental a cualquier precio”. Hoy, 6 de septiembre, su ambigüedad, el no identificarse con nada y el repudio oportunista de “la vieja política“, la ha convertido en la candidata de todos (excepto de la comunidad gay más militante, por lo dicho en el punto seis). A Collor de Mello le alcanzó con los vagos deseos de cambio para derrotar a Lula, pero Marina no tiene los grandes medios a su favor. Veremos.

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