Tras las furiosas subas registradas en los últimos días, en productos básicos como carne, pan y pollo, entre muchos otros, los salarios sufrirán una enorme depreciación

A los largo de la campaña, desde Cambiemos denunciaron una supuesta "campaña del miedo" por parte del FpV, cuando Daniel Scioli aseguraba que la presidencia de Mauricio Macri implicaría tarifazos y bajas salariales.

Ahora, tras haber anunciado una baja en las retenciones a las exportaciones agripecuarias (se anularán directamente, salvo en el caso de la soja), se supo cómo compensarán esa caída en la recaudación: la pagarán los ciudadanos, a través de fuertes subas en las tarifas.

Es que el Gobierno avanzará con un aumento de luz y gas a partir de enero. El ministro de Energía, Juan José Aranguren (ex CEO de la multinacional Shell), avanzará con una fuerte modificación de los cuadros tarifarios a partir de 2016, aunque aún no se saben los porcentajes.

Recientemente, Aranguren había reconocido que un aumento era inevitable y se había quejado de que las tarifas en el área metropolitana eran “ridículas”.

Por otra parte, Aranguren también había admitido, como ya sucedió este fin de semana en la provincia de Buenos Aires, que los cortes de luz reaparecerían si las temperaturas subían.

De esta forma, tras las furiosas subas registradas en los últimos días, en productos básicos como carne, pan y pollo, entre muchos otros, los salarios sufrirán una enorme depreciación en los próximos días.

Por otro lado, el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, hoy dio más precisiones sobre el alcance de la medida (la baja a las retenciones agrícolas) ante un mensaje de Macri que fue confuso.

Según dijo, el costo financiero que tendrá la iniciativa será compensado con "más impuesto a las Ganancias, a los sellos, a los Ingresos Brutos y a los débitos bancarios". Es decir, nuevas subas generalizadas.