Sobre 300 laboratorios privados que exiten en la Argentina, 25 facturan casi el 80% total de las ventas de remedios del país.

Para peor, y a diferencia de la visibilidad que tuvieron las subas de precios en otros rubros, los medicamentos fueron uno de los rubros que más subieron de precio en el último año.

De marzo del 2013 a marzo de 2014, algunos superaron el 100% de aumento. Y solo en los meses de enero y febrero subieron entre un 15 y un 50%.

Frente a esas subas, el gobierno nacional a través de la Secretaría de Comercio, realizó un acuerdo con tres cámaras de laboratorios, para retrotraer los precios a los de diciembre de 2013.

A pesar de los controles y las multas, el Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos comprobó que solo un laboratorio cumplió del todo con las rebajas acordadas, mientras la mayoría bajó menos de lo que debían, o lo hicieron en medicamentos de baja utilidad terapéutica.

Por otro lado, en la vereda de la producción estatal, el país cuenta con 39 laboratorios públicos que producen el 15% de los medicamentos del país con la más alta calidad, y su objetivo es producir mucho más.

Es que el costo de muchos medicamentos, sobre todo aquellos que ya no pagan patentes, es de centavos, y el precio sube hasta un mil por ciento, en gran medida por la publicidad y para sostener una ganancia bruta de entre el 70 y el 90%, que es de las más altas del mercado.

Este ciclo nocivo se potencia por la complicidad de los multimedios. Porque los grandes laboratorios suelen auspiciar a los grandes medios de comunicación, generando un círculo vicioso de concentración oligopólica y de cerco informativo, lo que dificulta enormemente el conocimiento público de estos datos.