A su tradición de combatividad sindical, la Córdoba actual suma conflictos como el avance del narcotráfico (complicidad política incluida) y una desigualdad creciente, al calor del boom sojero e inmobiliario.
Andrés Brown Redacción En Orsai // Miercoles 04 de diciembre de 2013 | 12:22
Una serie de problemas que, sin embargo, no parece contradecir la enorme ambición política del gobernador José Manual de la Sota, pertinaz pre-candidato presidencial.
Entre los reclamos sindicales, al desmadre en el que terminó el planteo policial de mejoras salariales, se agregan la exigencia de empleados públicos de un plus navideño y las demandas (con paro incluido) de choferes interurbanos y de larga distancia de Córdoba.
El intendente radical de Córdoba capital, Ramón Mestre, afirmó que el gobierno delasotista es el que “más tasas y gravámenes ha creado en la historia de la provincia de Córdoba, y el que más la ha endeudado".
La diputada nacional kirchnerista por Córdoba, Carolina Scotto, dijo que la actual “es una situación extremadamente delicada, pero al mismo tiempo relativamente previsible porque ya hacía varios días hacia que venían haciéndose conocer los planteos de los familiares, las mujeres sobretodo, del personal policial de menor rango reclamando mejoras salariales”.
Y la también diputada Patricia De Ferrari (UCR-Córdoba) opinó que "el gobierno provincial se muestra otra vez inepto, incapaz y desgastado, perjudicando sustancialmente la vida de los vecinos que son sometidos a un tremendo caos y vandalismo producto de la ausencia del Estado".
Otro foco de conflicto vigente es el escándalo de los policías supuestamente vinculados con narcotraficantes que operaban en la provincia y que provocó el procesamiento de la cúpula de la fuerza y renuncias de varios funcionarios.
“El avance del narcotráfico en Córdoba llega casi al control de territorio por fuera del Estado; con complicidad de segmentos no menores de las fuerzas de seguridad y del poder político”, opinó Humberto Tumini, el dirigente de Libres del Sur.
Inlcuso el periodista cordobés Tomás Méndez, uno de los que denunció e investigó en soledad la sociedad entre narcos y fuerzas de seguridad, aseguró que el reclamo de los policías surge de un faltante generado por la reciente quita de plata proveniente del delito.
Sobre la cuestión económica y social, en Córdoba capital y sus afueras se implementó una erradicación de villas que ocupaban terrenos muy tentadores para la especulación inmobiliaria, producto de la expansión provincial de la soja.
Los pooles de siembra, la especulación financiera e inmobiliaria se mezcla en actores que ya no son independientes entre sí.
Este tipo de desarrollo social profundizó la desigualdad y el desarrollo de ciudades satélites, en las que el contraste económico se vuelve demasiado evidente.
Algo de eso se manifestó, más allá del bandalismo y la delincuencia pura denunciada por De la Sota, en los saqueos recientes.