MUY TRUCHOS

Todo armado: Testigo clave contra Gils Carbó es asesora de Carrió

Laura Delfino, directora de Asuntos Jurídicos en la Procuración, dio un testimonio central para el procesamiento de la jefa de los fiscales. Desde hace diez días, trabaja para la diputada

Todo armado: Testigo clave contra Gils Carbó es asesora de Carrió

Viernes 29 de diciembre de 2017 | 19:30

Laura Delfino se desempeñó hasta hace diez días como directora de Asuntos Jurídicos de la Procuración y, desde ese lugar, fue una testigo clave en la causa que lleva el juez federal Julián Ercolini contra la procuradora en uso de licencia Alejandra Gils Carbó por la compra del edificio de ese organismo. Pero el 20 de diciembre Delfino dejó el cargo que ostentó durante más de diez años y pasó a desempeñarse como asesora de la diputada más importante del oficialismo, Elisa Carrió.

Tras una solicitud del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, fundada en un pedido de la propia Carrió, el procurador ante la Corte, Eduardo Casal, quien reemplaza a Gils Carbó al frente de la Procuración, accedió a ceder a Delfino al Congreso por 180 días, según consta en la resolución 3790/17 a la que tuvo acceso El Cronista y cuyo facsímil acompaña esta nota. La secretaria letrada fue adscripta como parte del equipo de la miembro fundadora de Cambiemos para "funciones de asesoramiento legislativo". En lo que dure su pase, Delfino conservará su cargo y su salario en la Procuración. Remuneración que, según pudo saber este diario, supera a la de su nueva jefa, Carrió.

La ahora asesora legislativa controlaba jurídicamente las licitaciones que hizo el Ministerio Público para comprar el edificio de Perón al 600. Por esa adquisición fue procesada Gils Carbó, acusada por el fiscal Eduardo Taiano de ser la responsable política de una actividad criminal llevada adelante por empleados suyos y que consistió en elegir al ganador de la licitación antes de concretar la convocatoria pública. Es decir, de digitar la compra.

La causa se centra en la intervención de Guillermo Bellingi, al momento de la compra número dos del área de contrataciones de la Procuración y a partir de estos hechos suspendido por Gils Carbó; y su medio hermano, Juan Carlos Thill, quien cobró $ 3 millones de comisión por la operación. Ese dinero lo pagó la inmobiliaria que intermedió en la venta, Jaureguiberry y Asociados.

Citada a declarar como testigo, Delfino aseguró ante el juez Ercolini que Bellingi intervino por orden de Gils Carbó para operar en favor de la compra del edificio. "La sensación que yo tenía, si bien yo era la persona de consulta, era que permanentemente se querían correr los límites de lo que estaba establecido las normas aplicables y eso complejizaba más que facilitar", señaló Delfino en su declaración, publicada en Infobae.

Consultados por El Cronista, Casal declinó hacer declaraciones; mientras que en el entorno de Carrió afirmaron que Delfino trabajará en el Congreso con otra diputada de la Coalición Cívica, Paula Oliveto. La resolución de Casal, sin embargo, la asigna específicamente al equipo de Carrió, que es quien deberá certificar su trabajo en la Cámara baja.

En el entorno de Gils Carbó, en tanto, consideraron llamativo el hecho de que a pesar de haber firmado los pliegos del proceso licitatorio, Delfino nunca haya sido imputada en la causa. "Siempre lo atribuimos a sus vínculos con el Gobierno", señaló un colaborador de la procuradora en uso de licencia sobre la ahora asesora de Carrió.

Ante la Justicia, Gils Carbó declaró haber sido víctima de un empleado infiel. Para el fiscal, en cambio, Bellingi fue designado de manera "precipitada" como una de las primeras medidas de la procuradora al asumir.

Mientras la causa, iniciada por una denuncia anónima, sigue su curso; el Gobierno volverá a intentar en febrero avanzar con la reforma legislativa del Ministerio Público Fiscal para poder designar a un sucesor estable de Gils Carbó, cuya renuncia se efectivizará en 72 horas.

Casal tiene muy buena imagen en la Casa Rosada, acrecentada tras los rápidos reacomodamientos que dispuso al asumir su interinato, desplazando de lugares estratégicos o reubicando a fiscales que el Gobierno consideraba muy cercanos a Gils Carbó.

Fuente: https://www.cronista.com

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