ESCÁNDALO REGIONAL

El peor final: Dilma Rousseff fue destituida en un golpe de estado institucional

El Senado brasileño aprobó la destitución de Rousseff con 61 votos a favor y 20 en contra. El poder lo asumirá de forma definitiva su ex vicepresidente, Michel Temer.

El peor final: Dilma Rousseff fue destituida en un golpe de estado institucional

Raúl Möller // Miercoles 31 de agosto de 2016 | 13:57

 

La Cámara de Senadores de Brasil votó afirmativamente por 61 votos contra 20 por la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, poniendo fin a la era del Partido de los Trabajadores (PT) en el gobierno. No hubo abstenciones.
De esta forma, Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), deja ser presidente interino para quedar confirmado en el cargo hasta el 1° de enero de 2019.
Prestará juramento ante el Parlamento hoy, antes de viajar a China rumbo a la cumbre del G20 el fin de semana, donde pretende participar ya con el título oficial de presidente.

Por 61 votos contra 20, La Cámara de Senadores Brasileña votó afirmativamente por por la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, poniendo fin luego de 13 años a la era del Partido de los Trabajadores (PT) en el gobierno, luego de dos mandatos de Lula da Silva y uno y medio de Rouseff, quien había sido electa en diciembre de 2014. No hubo abstenciones.


En este marco, Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), abandonará su condición de presidente interino para quedar ratificado formalmente en el cargo hasta el 1° de enero de 2019.


Temer -ex vicepresidende de Dilma- prestará juramento ante el Parlamento hoy, antes de viajar a China rumbo a la cumbre del G20 el fin de semana -donde también asistirá Mauricio Macri- congreso en el cual pretende participar con el título oficial de presidente.

Comparte en Facebook Comparte en Twitter Comparte en Google+ Enviar a un amigo Imprimir esta nota
Represión y Ajuste

La Represión como Respuesta: El Gobierno Nacional envía Gendarmes a Misiones en plena crisis social

Patricia Bullrich envía 200 gendarmes a Misiones para contener la protesta de policías retirados y docentes, mientras la coordinación con Gendarmería en Tucumán revela una estrategia nacional de control social frente a un temido descontento popular.