Al día siguiente de la promesa macrista, hay despidos y miles de trabajadores en la cuerda floja. "Desinteligencias entre el Gobierno y empresas” hacen pagar a los trabajadores la crisis, dijo el petrolero Pereyra. Y Massalín echó sin causa una veintena de empleados.
Redacción En Orsai // Martes 10 de mayo de 2016 | 13:29
No puede ser que por una cuestión de desinteligencia entre el Gobierno y las empresas estemos pagando los trabajadores
Ante el inminente despido de al manos 1.200 trabajadores petroleros en la Patagonia, el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, llevó adelante ayer febriles negociaciones con cámaras empresarias para intentar evitar que se concreten las cesantías.
Pereyra se reunirá también hoy con el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, para avanzar en el intercambio de ideas con el objetivo de exigir a las empresas que mantengan la actividad.
El gremio denuncia que las compañías que operan en la Patagonia están paralizando equipos de producción a pesar del acuerdo por el que el Gobierno subsidia con entre 22 y 23 dólares por barril para alcanzar un precio interno de 67,50 dólares.
“No puede ser que por una cuestión de desinteligencia entre el Gobierno y las empresas estemos pagando los trabajadores”, dijo.
Así, si bien Mauricio Macri les pidió que detuvieran la ola de despidos para poder frenar la emergencia laboral, las grandes empresas hacen su juego.
La Federación de Trabajadores del Tabaco ayer denunció ayer en la cartera laboral que la empresa Massalín Particulares despidió a veinte empleados de forma “injustificada”.
El líder del gremio Juan Martini, explicó, que se dispuso el alerta y movilización ante una veintena de cesantías “injustificadas” en la planta que la firma tiene en la localidad bonaerense de Merlo.