Aerolíneas Argentinas enfrenta una interna de cara a la ajuste que se diseña en sus entrañas. Por un lado, la presidenta de la Aerolínea, Isela Constantini avanza con prudencia, mientras que Gustavo Lopetegui, ex-CEO de LAN, busca desmantelar Aerolíneas Argentinas, principal competidora de su exempleador.

El objetivo es claro, debilitar la aerolínea de bandera y presentarla como una carga para el Estado argentino y los contribuyentes, tal como adelantó En Orsai.

Se especula con que se dejen de hacer rutas importantes para nuestro país como Barcelona, Nueva York y Roma, entre otras que peligran en vuelos de cabojate. El conflicto con Sol iba en esa dirección

Sin embargo hay una interna entre Lopetegui e Isela Constantini, según trascendió, la exCEO de General Motors no está de acuerdo con un ajuste virulento mientras que el exCEO de LAN busca desmantelar Aerolíneas Argentinas.

El plan también contempla los "retiros voluntarios" de miles de empleados en función del objetivo final: la privatización de Aerolíneas Argentinas y la entrega a una compañía privada que podría ser, por qué no, la chilena LAN.

Si bien no se anunció una privatización, el modus operandi se parece mucho al que, en los 90, logró justificar la privatización del sistema ferroviario que implosionó con la tragedia de Once. La instalación de que el medio de transporte es un gasto inútil para los contribuyentes argentinos. El resultado fue claro: Iberia y Marsans vaciaron Aerolíneas Argentinas y destrozaron lo que años antes era un orgullo nacional.

El objetivo que se plantean en Aerolíneas es realizar un ajuste de más de mil millones de dólares y, como en el Estado, la variable de ajuste serán los trabajadores que podrían optar por una jubilación anticipada o retiros voluntarios.

Los vuelos a Barcelona, Roma y New York serán cubiertos por alguna otra empresa que le agradecerá al exCEO de LAN, el desmantelamiento de la Aerolínea de bandera argentina.