Horacio Rodríguez Larreta goza de un privilegio poco habitual: la catarata de medidas que lanzó Mauricio Macri y la discusión presupuestaria en la Provincia de Buenos Aires convirtieron a la Ciudad de Buenos Aires en una incógnita donde se desconocen las movidas del gobierno.

Cuando la Ciudad de Buenos Aires ingresa en la agenda mediática por cuestiones políticas se debe a noticias de impacto nacional. Un ejemplo de esto es el aumento de la coparticipación que le otorgó Macri a su socio y amigo, Horacio Roríguez Larreta, con la excusa del traspaso de la Policía Federal, sin embargo la suma excede los costos de la fuerza.

Los gobernadores entienden que el aumento en la coparticipación se debe a la enorme deuda que dejó Macri en la Ciudad de Buenos Aires ya que durante su gestión se cuadruplicó el endeudamiento en dólares.

Con el traspaso de fondos Macri busca tapar su propio endeudamiento y garantizarle a Larreta la posibilidad de gestionar a pesar de los vencimientos en dólares que los porteños deberán enfrentar.

“El traspaso de la policía federal a la ciudad de Buenos Aire es presupuestariamente neutro. La ciudad no gana ni pierde un peso, la Nación no gana ni pierde un peso y las provincias no pierden un peso con esto. Nos pasan el gasto y nos pasan el recurso”, consideró Larreta pero omitió que la cifra con la que fue favorecido excede por mucho lo que necesita la Federal.

“No sé por qué reaccionaron como reaccionaron. No puede ser una sorpresa para nadie el traspaso de la Policía Federal a la ciudad. Lo habíamos prometido durante la campaña tanto Mauricio Macri como yo. Incluso, fue también una promesa de candidatos de otros partidos políticos”, agregó.

El Jefe de Gobierno porteño le moja así la oreja a gobernadores e incluso a Intendentes de la Provincia de Buenos Aires que lideran municipios con más población que algunas provincias.

Los medios, distraídos con los primeros meses de gobierno macrista, olvidan posar su lupa sobre la Ciudad de Buenos Aires, así omitieron que Larreta y Macri le vendieron por monedas las tierras de Casa Amarilla a Boca Juniors para construir la nueva bombonera. Las tierras debían ser destinadas a vivienda pero la privatización del espacio público y la amistad con el "Tano" Angelici pudo más.