La gente viene a votar pero se encuentra con que faltan boletas

"Tras el cierre de las primarias, se espera un lento recuento de votos", tituló Clarín en su página web, una vez que se cerraron las elecciones. Así ya instala cierta sospecha respecto al proceso electoral y sobre el recuento de votos en particular.

En la misma línea, el libreto del Frente Cambiemos apuntó a poner un manto de sospecha sobre la elección. De hecho, el gurú del PRO Jaime Durán Barba bajó la línea general de poner ese pataleo en primer plano.

Fernando Niembro, precandidato nacional del PRO, denunció el robo de boletas en los cuartos oscuros de las provincias de Buenos Aires, situación que también reportó más temprano Mauricio Macri.

"La gente viene a votar pero se encuentra con que faltan boletas", afirmó Niembro. Y agregó: "Nos están robando boletas de todos lados".

Mauricio Macri, después de emitir su voto a la mañana, declaró: "Hemos empezado a ver este deporte que describí, que por culpa de un sistema arcaico, en vez de una boleta electrónica, con el robo de boletas", afirmó. Y agregó: "Algunos entran flacos al cuarto oscuro y salen gorditos llenos de boletas".

Sin embargo, ninguna de esas graves acusaciones fue acompañada por datos precisos.

Una vez finalizado los comicios, el secretario General del Gobierno porteño, Marcos Peña, también alimentó las sospecha sin basarse en argumentos concretos.

El macrista Peña aseguró que es necesario cambiar el sistema de votación, porque "es arcaico y obsoleto". El referente del PRO dijo que militantes de su partido no pudieron votar, debido a que tuvieron que fiscalizar las urnas en la provincia de Buenos Aires.

"La falta de boletas se solucionaría si se utiliza la boleta electrónica", sostuvo Peña, minutos después de que cerraran los comicios.

El intendente de Vicente Lópoz, Jorge Macri también siguió el libreto de Durán Barba, y se quejó por el "obsoleto" sistema electoral.

También después de las 18hs, el precandidato a vice de Ernesto Sanz, el economista Lucas Llach también salió a instalar la versión de las sospechas sobre el desarrollo electoral.

Vale recordar que en ninguna elección desde la vuelta de la democracia hubo situaciones de irregularidad probadas y determinantes en el resultado general.

Así, mientras algunos boca de urna dan como ganador nítido a Daniel Scioli, la estrategia suena más a llanto anticipado y a caballito de batalla de cara a las próximas elecciones generales de octubre.