Entonces, Kirschbaum habla de "el peligro de la mexicanización", y van der Kooy no se resigna y promete seguirla: "Aquella denuncia periodística de Lanata conoció ayer otra derivación acorde con la textura del conflicto. El frente del edificio donde vive el periodista resultó apedreado y regado con casquillos de bala 38mm. Una respuesta calcada a la que se podría leer en cualquier periódico de México, cada vez que alguna andanza de los narcos se pone bajo la luz pública.

Nadie conoce todavía como podrá evolucionar el escándalo. No habría garantías, en ese aspecto, en un país que parece haber olvidado definitivamente que hace apenas seis meses se suicidó o mataron a un fiscal, Alberto Nisman, que investigaba por presunto encubrimiento terrorista a Cristina.

Lo que si asoma cierto sería que la cuestión del narcotráfico y la corrupción se habrían plantado en la realidad y en la campaña, al menos, hasta que las elecciones generales concluyan. Y que la revelación en torno a Aníbal Fernández no sería, tal vez, la última".

Mientras tanto, Leuco, en TN, anoche, se atrevió a pedir la renuncia de un funcionario nacional: "Los medios oficialistas trataron de ningunear el ataque. Hay una hecatombe institucional. Es una bomba que estalló en el seno del Gobierno. Es que el Jefe de Gabinete está acusado de ser responsable de un triple crimen. Es de una gravedad institucional enorme.

Aníbal Fernández debería presentar la renuncia. Su presencia intimida a los jueces que llevan adelante las investigaciones que hay. ¿En qué etapa del chavismo estamos?.

Berni, antes de tener cualquier información, dijo que lo que pasó en lo de Lanata es una fantochada. Increíble".