El Jefe de Gobierno porteño hizo un cambio discursivo que le salió caro. De ultraprivatizador a fanático estatizante, el panquequeo de Macri fue visto como falta de convicción e incluso puso nervioso al círculo rojo. Ahora, agregó nuevas frases.
Miercoles 29 de julio de 2015 | 10:38
Mauricio Macri está segundo en las encuestas y si se promedian las diversas ofertas de números, Daniel Scioli lo supera por unos 9 ó 10 puntos.
En este contexto, Macri retuvo la Ciudad de Buenos Aires por un pequeño margen en un balotaje que podría haberlo complicado de cara a las presidenciales. En el bunker triunfador, pero con caras largas, Macri anunció que sostendría la AUH, la estatización de Aerolíneas Argentinas, la gestión pública de YPF y hasta el Fútbol Para Todos.
En la jornada de hoy fue entrevistado en TELEFE y cuando fue chicaneado con el partido de de River por la final de la Copa Libertadores, Macri respondió: "Hoy juega Boca, no sé qué otro partido hay. Yo me concentro sólo en los torneos locales, estoy en una etapa muy nacional y popular..."
El chiste no es menor y pone en evidencia que su cambio de discurso es apenas una "etapa" que tiene fecha de vencimiento: gane o pierda las elecciones, Mauricio volverá a ser el Macri neoliberal de siempre entre noviembre y diciembre.
En la misma entrevista dejó otra definición que resulta cómica: "Hay que saber administrar, este Gobierno aumentó los impuestos sistemáticamente, los argentinos nunca pagamos tanto como ahora, pero a esta administración no le alcanzó". Macri le dio durísimos golpes a los porteños con los aumentos del ABL y sobre todo con las tarifas del subte que pasó de costar $1,10 a $4,50.