Stolbizer se muestra como furiosa antikirchnerista, se saca fotos y comparte paneles con la macrista Patricia Bullrich y el fiscal Ricardo Saenz

A pesar de competir con el nombre de “Progresistas”, el endeble frente electoral que encabeza Margarita Stolbizer como precandidata presidencial, no solo no tiene estructura política que lo sustente sino que tampoco encontró un perfil propio que la ubique ante el electorado que su mote frentista intenta captar. Por el contrario, Stolbizer en vez de diferenciarse intenta pelearle el voto a sus ex socios políticos que la marginaron para hacer una alianza de derecha y cuyo electorado ahora la rechaza. A tal punto, que una encuesta reciente la ubica apenas por encima del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), arañando el piso que imponen las PASO y lejísimo de Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa.

Stolbizer se muestra como furiosa antikirchnerista, se saca fotos y comparte paneles con la macrista Patricia Bullrich y el fiscal Ricardo Saenz (uno de los organizadores de la marcha por el fallecido y cuestionado fiscal Alberto Nisman y por la reposición del subrrogante juez del fuero ordinario Luis Cabral en la justicia federal), en la sede de la opositora Asociación de Magistrados, para reclamar por “una justicia independiente” que pretende mantener los privilegios de la familia judicial. Nada de eso le suma votos “progresistas”.

La experiencia del espejismo de UNE, parece no haberle servido a Stolbizer a pesar de sus cuestionamientos. Su acercamiento a una “enemiga acérrima” como Elisa Carrió, que hizo explotar la alianza para alinearse detrás de Mauricio Macri, tampoco le sirvió para despegarse de sus consignas. Su decisión de romper el FAP (que salió segundo –aunque lejos-- en las presidenciales de 2011) para aliarse con los radicales, juntos a los cuales prometió luchar (según  los spots publicitarios de 2013) para unir a “Argen” y “tina” a la que había dividido el kirchnerismo,  terminó con  la ruptura del acuerdo cuando los radicales que le entregaron su estructura nacional a Macri.

Ni siquiera sus socios más fieles, como los socialistas le pueden garantizarle su voto. El socialista Hermes Binner abandonó la pelea presidencial –tras la implosión de UNEN-- para intentar conservar la gobernación de Santa Fe (que a gatas lograron con un puñado de votos frente al macrismo) y le tiró a Stolbizer el compromiso de suplirlo. Margarita tomó la posta, pero ahora los socialistas santafesinos dicen que su alianza provincial con la UCR no le permite atar su boleta a su candidatura presidencial y la dejó en soledad, a pesar que Binner proclame su voto a favor de Stolbizer.

Stolbizer, que se había negado a ser candidata en la provincia de Buenos Aires, donde había llegado a un techo imposible de perforar, creyó que su sueño presidencial sería en 2019. Dispuesta a adelantarlo, se emprendió en la pelea donde su discurso derechista no encantó ni siquiera a sus más acólitos seguidores que en su propio bastión (Morón), donde la abandonaron para encolumnarse con la derecha original de Macri antes que con una mala copia.

Los resultados no parecen ser perores. Una encuesta reciente de la consultora Aresco, la ubica en una pelea por un lejano y peleado cuarto puesto con Jorge Altamira (FIT).  El sondeo difundido esta semana la coloca con una intención de voto durante agosto de 3.8 por ciento contra un 3.5 del candidato de la Izquierda.

Los números comenzaron a hacer crujir a los “progresistas”, algunos de los cuales comenzaron a encolumnarse con la idea de sumergirse en un “baño de humildad” y dejar la pelea para mejores tiempos. La “Margarita” de los escasos afiches comenzó a deshojarse.