
La oposición, lejos de dar disputas políticas, judicializó muchas iniciativas del gobierno nacional. El acuerdo con Irán, la reforma a la Justicia, Fútbol Para Todos, Ley de medios y varios ejemplos más son el puntapié inicial de una estrategia que genera representantes efímeros para el antikirchnerismo.
Lunes 29 de junio de 2015 | 11:50
Quizás el fiscal Alberto Nisman sea el ejemplo más radical de los referentes pasajeros que genera la estrategia antipolítica opositora. Cada iniciativa del gobierno nacional encuentra una respuesta judicial de la oposición. Indignados, personajes como Laura Alonso, Patricia Bullrich, Graciela Ocaña y el propio Mauricio Macri, concurren a TN para adelantar sus próximas presentaciones en la Justicia.
El debate político no le queda cómodo a la oposición y en más de una ocasión ha intentado desactivarlo en ambas Cámaras: los bloques antikirchneristas liderados por la UCR han abandonado el recinto del Senado y el de Diputados reiteradas veces. Esto se da por dos factores, uno de ellos es la carencia de argumentos y el otro es que la elección popular para el Poder Legislativo ha favorecido al FPV que ha logrado mantener una mayoría legítima.
Este modus operandi le ha costado caro a la oposición: los emergentes de las peleas judiciales suelen ser personajes que luego no se presentan a elecciones: jueces, fiscales, periodistas y opinólogos de panel.
Por el púlpito de la gloria antikirchnerista han pasado personajes como Campagnoli, Moldes, Nisman, Jorge Lanata, Bonadío, Alfredo Leuco con su carta al Papa, Nelson Castro. Muchos de ellos han sido efímeros nombres en las portadas de algunos diarios, otros persisten, pero ninguno de ellos se presenta a elecciones.
Esta situación es causa y consecuencia del seguidismo mediático que hacen los personajes de la política antikirchnerista. A Laura Alonso se la recuerda por sus intervenciones en la Justicia y pocas propuestas se recuerdan. El mismo caso se repite incontables veces.
Ahora es el Juez Cabral el nuevo héroe temporal, el nuevo luchador de la democracia. Pero la mala noticia es otra vez la misma, Cabral no es candidato a nada y la oposición se encuentra con números cada vez más favorables al Frente Para la Victoria. La estrategia política opositora eleva figuras efímeras a las que les da conocimiento mientras que los políticos quedan relegados.
Esto es así a tal punto que el propio Sergio Massa quiso ofrecerle la vicepresidencia al fiscal Campagnoli, sin embargo éste no le atendió el teléfono porque estaba jugando al rugby. Tristeza.
Ahora Mauricio Macri decidió convocar a una marcha para pedir que Cabral no sea desplazado de su cargo y, por fin, se decidió a encabezar una movilización opositora para intentar capitalizar lo que otrora acumularon variopintos personajes que terminaron por desvanecerse en el anonimato.
Judicializar la política, la antipolítica en general genera vacío de representación y es entonces cuando partidos como el PRO deben recurrir a personajes como Miguel Del Sel para pelear en las urnas. En las últimas elecciones provinciales esta estrategia ha resultado un fracaso.