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De la Sota promete bajar impuestos pero Córdoba los cobra cada vez más altos

La presión tributaria en esa provincia está en niveles históricos, casi el doble de cuando asumió el actual gobernador su primer mandato. En seis años subió casi un cien por ciento.

De la Sota promete bajar impuestos pero Córdoba los cobra cada vez más altos

Sergio Villone // Sábado 30 de mayo de 2015 | 19:59

La suba en la presión fiscal se da principalmente por el aumento de las alícuotas del impuesto a los Ingresos Brutos

“Yo me comprometo con los argentinos a que en los próximos cuatro años puedo rebajar el 30% la presión fiscal en el país”, repite en su discurso electoral el precandidato presidencial del cada día más endeble UNA (Unidos por una nueva Argentina), José Manuel de la Sota.

Sin embargo, en Córdoba, la provincia que administra, la presión fiscal* subió a niveles históricos, según un informe presentado por el CIPPES (Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales): casi el doble que cuando De la Sota asumió su primera gobernación, ya que en 1999 estaba en 4.48% del Producto Bruto Geográfico y en 2014 llegó al 8,23%.

“Hasta 2008 no hubo mayores subas impositivas, más allá de actualizaciones por la inflación. Sin embargo, a partir de 2009 comienza una suba constante de la presión fiscal. En 2008 la presión fiscal era de 4,26% del Producto Bruto Geográfico de la provincia, en 2009 sube a 5,27% y llega a 8,23% en 2014”, detalló Alfredo Schclarek Curutchet, director académico del CIPPES, que realizó el estudio con datos provenientes de fuentes oficiales a partir de la recaudación tributaria (impuestos) y no tributaria (tasas, multas y contribuciones).

“La suba en la presión fiscal se da principalmente por el aumento de las alícuotas del impuesto a los Ingresos Brutos”, indicó el especialista, y recordó que ese impuesto es el de mayor nivel de cobro en Córdoba: representa el 80% de la recaudación.

La alta presión fiscal cordobesa no sólo se da por la suba de la alícuota de los impuestos, sino también por nuevas tasas y fondos especiales que creó De la Sota para poder equilibrar las cuentas provinciales, luego de rebajar un 30% los impuestos, medida que afectó a los números fiscales.

Entre las nuevas tasas, se destaca la Vial, denunciada por el gobierno nacional como inconstitucional (planteo que aún debe resolver la Corte Suprema de Justicia); entre los fondos especiales, sobresalen el de Financiamiento al Sistema Educativo (conformado con un 5% adicional sobre Ingresos Brutos, y entre el 7% y el 16,5% de Impuesto Inmobiliario Básico); el Fondo Rural para Infraestructura y Gasoductos; y el Fondo para el Mantenimiento de la Red Firme Natural. Estos fondos no son coparticipables con los municipios.

El estudio del CIPPES se encarga de aclarar que la mayor presión fiscal cordobesa se da a pesar de que la coparticipación federal aumenta: en 1999 era del 4,59%; en 2014 fue del 7,88% per cápita.

Este último dato le permite al centro económico concluir que la presión fiscal récord con la que el delasotismo (tanto en las gobernaciones de De la Sota como en la de Juan Schiaretti -actual candidato a gobernador-) ha sometido a Córdoba se debe a “irresponsabilidad fiscal propia”.

*Presión tributaria o presión fiscal es un término económico para referirse al porcentaje de los ingresos que los particulares y empresas aportan efectivamente al Estado en concepto de impuestos en relación al PBI. De ese modo, la presión tributaria de un país es el porcentaje del PBI recaudado por el Estado por impuestos. La presión tributaria se mide según el pago efectivo de impuestos y no según el monto nominal que figura en las leyes, de tal modo que, a mayor evasión impositiva menor presión, aunque formalmente las tasas impositivas puedan ser altas

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