Margarita Stolbizer lanzó su candidatura presidencial con una alianza incierta y todavía sin nombre, que bajo el rótulo de “progresistas” aspira a arrebatar votos en la base radical que rechaza el pacto que la UCR selló con el PRO de Mauricio Macri.  La alianza electoral que su partido, el GEN, comparte con el Partido Socialista y Libres del Sur, sumó un puñado de radicales disidentes pero perdió en el camino a dos intendentes bonaerenses propios, varios concejales y uno de sus protegidos dentro del partido: Gerardo Milman, jugado por pactar –igual que la UCR—con el macrismo.

Milman, que hasta hace poco tiempo atrás era uno de los hombres de mayor confianza de Margarita, fue uno de los ausentes notorios en el lanzamiento presidencial de Stolbizer. Milman era la mano derecha de Stolbizer en la Cámara de Diputados, mientras fue legislador nacional hasta 2013.

Incluso fue el jefe de la campaña electoral legislativa de 2013, cuando el GEN de Margarita rompió junto al socialismo el FAP, que había salido segundo en las presidenciales de 2011 para sellar la versión bonaerense del Frente Progresista santafesino unido a la UCR.

Hace apenas dos años atrás, Milman presentaba en el mismo lugar que esta semana Stolbizer lanzó su candidatura presidencial –El Garage Argentino en el barrio porteño de San Telmo— la campaña publicitaria del Frente Progresista bonaerense, donde Stolbizer y Ricardo Alfonsín prometían unir al país que el kirchnerismo había divido en “Argen” y “Tina”. Un fracaso que terminó en una derrota electoral, en la que ahora los divididos son Stolbizer y Alfonsín.

Margarita lo ubicó en el mejor lugar expectante en la lista que encabezaba, y en la que tenía que ceder lugares a sus socios de la UCR y el PS. Milman fue quinto en la lista pero no le alcanzó para renovar su banca. Entonces, Stolbizer premió su “fidelidad” convirtiéndolo en director del Afsca (el ente que controla la aplicación de la postergada ley de servicios de comunicación audiovisual), en representación de la segunda minoría parlamentaria opositora (el FAP).

Desde allí, Milman defendió la postura del Grupo Clarín para impedir la aplicación de la ley y tejió una alianza con el radical Federico Storani (el otro director del Afsca por la oposición). Fue el promotor, dentro del GEN, de sellar, igual que los radicales, una alianza con el macrismo.

Su postura interna fracasó y Milman no fue al lanzamiento de Stolbizer. Los victoriosos le restaron importancia a su ausencia. Lo cierto es que Margarita había depositado toda su confianza en un hombre cuya amplitud para generar alianzas la deslumbraba.

Milman, oriundo de Avellaneda, formó parte de la comisión directiva del Club Atlético Independiente (CAI) durante la gestión del empresario Julio Comparada, que fundió al Club, y no le hizo asco a juntarse con el ex intendente de Avellaneda, peronista (ahora massista) Baldomero “Cacho” Alvarez, para tratar de impedir que Javier Cantero llegara a la presidencia del club enfrentando a los barrabravas de la institución. Tampoco le hizo asco alinearse con el camionero Hugo Moyano, para que el pope de la CGT opositora llegara a la presidencia del CAI.  Toda una trayectoria, que Stolbizer avalaba.