Stolbizer decidió tomar la posta presidencial tras el renunciamiento del socialista Hermes Binner a la disputa por el sillón de la Casa Rosada. Aunque esta vez, la líder del GEN se presentará como una aspirante presidencial como una offsider, por fuera de las estructuras partidarias y que se apoya en el nuevo paradigma de la “sociedad civil”, con el respaldo de “organizaciones sociales” e “intelectuales”, como una forma de renunciar a las definiciones políticas-partidarias.

Claro que las decisiones de su propio partido, el GEN, en la política de alianzas no fue un lecho de virtudes. Se plegó, primero, a la Coalición Cívica que postuló a la fórmula Elisa Carrió y el socialista Rubén Giustiniani en 2007, que salió segunda lejos del kirchnerismo. Luego de una disputa de vanidades personales se alejó del ARI-CC y la UCR, para formar el FAP por fuera de esos partidos para concretar con el entonces ascendente Proyecto Sur porteño la nueva alianza, que terminó por dejar a su nuevo aliado Fernando “Pino” Solanas fuera del sello que consagraba el nuevo frente.

A pesar de todo, el FAP con Binner como candidato salió segundo en las elecciones presidenciales de 2011, aunque nuevamente lejos del kirchnerismo encabezado por Cristina Fernández. Pero la ambición de unir a toda la oposición anti K, hizo que el GEN junto al socialismo volvieran a privilegiar una alianza estratégica junto a la UCR y la CC de Carrió. La decisión terminó con la disolución del FAP y la confluencia en una nueva alianza con rumbo incierto.

Stolbizer se presentó en la elección bonaerense de 2013 junto a la UCR en un émulo del Frente Progresista santafesino que terminó en el fracaso. Pero la incipiente experiencia porteña de UNEN, que salió segunda en la Ciudad y que desplazó al kirchnerismo a un tercer lugar, terminó por obnubilar a sus integrantes.

Entonces, nació FAUnen como una esperanza anti K. Pero, primero Carrió y luego la UCR, terminaron de sellar una alianza con el PRO que dinamitó la coalición que dejó huérfanos al PS y el GEN –y a otros como Solanas-, marginados de cualquier experiencia que se pueda denominar como “progresista”. A tal punto que Binner desechó su ambiciones presidenciales, declinando su pelea por llegar a la Casa Rosada.

Hoy, Stolbizer volverá por un nuevo intento, al lanzar su candidatura presidencial en El Garage. El mismo lugar que en 2013 promocionó en una campaña publicitara junto al Ricardo Alfonsín la intención de volver a unir al país que el kirchnerismo dividió en “Argen” y “Tina”. Hoy Stolbizer y Alfonsín transitan caminos divididos. Un mal augurio para las ambiciones presidenciales de Stolbizer.