
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, apuesta por su implante capilar y a que Marcelo Tinelli pueda hacerlo subir en las encuestas a nivel nacional, cuando su candidatura presidencial por la Democracia Cristiana y el partido FE, de Gerónimo “Momo” Venegas, atraviesa momento de definiciones, luego de la fallida interna dentro del Frente Renovador de Sergio Massa.
Sergio Villone - En Orsai // Martes 16 de diciembre de 2014 | 13:58
Luego de su actuación en el Bailando por un Sueño de Canal 13 (Grupo Clarín), y por “idea” del publicista Ramiro Agulla, comenzaron a verse carteles callejeros que ponen énfasis en el “quincho” que el mismo De la Sota festejó con Tinelli el viernes pasado.
Desde el gobierno cordobés, se asegura que De la Sota intensificará la campaña durante los meses de verano, aprovechando el gran afluente de turistas que recibe Córdoba en esa etapa del año, aunque desmintieron que se tomara licencia, como sí le pidió a sus ministros que ya están haciendo campaña para la gobernación del 2015 (Daniel Passerini, ministro de Desarrollo Social, y Martín Llaryora, ministro de Industria, que renunciarían a su cargo a fin de año).
Sin embargo, en Córdoba, De la Sota no vive su mejor momento, especialmente luego de desatarse el escándalo de las cámaras ocultas, conocido con el nombre Kolektorgate, que ha echado luz sobre sus vínculos con el empresario Horacio Miró, dueño de la constructora Britos SA, la empresa más favorecida en el reparto de la obra pública durante el delasotismo.
Según el senador nacional Luis Juez, “Miró es el gobernador De la Sota, es su socio igualitario en el manejo de la Provincia”, por lo que hoy le pidió a la Unidad de Información Financiera (UIF) investigue los vínculos entre ambos y con empresas contratistas del Estado provincial.
De la Sota, paralelamente, ha sido denunciado penalmente por la oposición –junto al candidato a gobernador de Unión Por Córdoba, Juan Schiaretti- por la desaparición de 500 millones de pesos en la causa en la que se investiga una supuesta defraudación al Estado provincial en la tramitación de créditos “incobrables” del ex Banco Social de Córdoba y el Banco de Córdoba.
.@cuervotinelli pasó el bailando. En 2015 haces un Cantando de Candidatos? @mauriciomacri es Freddy y yo me anoto. Querrán Scioli y Massa?
— José M. de la Sota (@DelaSotaOk) diciembre 16, 2014
Por otro lado, el Frente de Izquierda presentó ante la Legislatura provincial un pedido de juicio político por los supuestos vínculos de De la Sota con Miró y otros empresarios contratistas del Estado provincial durante sus gobiernos.
Esta semana, además, se realizará otra marcha contra el Código de Faltas provincial, considerado inconstitucional por múltiples organizaciones sociales. También rechazan el nuevo Código de Convivencia, que vendría reemplazar al de Faltas, pero que a pesar de las modificaciones incorporadas no hace otra cosa que fortalecer el paradigma represivo que De la Sota propugna para las fuerzas de seguridad provinciales, según denunciaron especialistas en Seguridad y los mismos colectivos sociales.
En el plano electoral interno, el delasotismo es atacado por dos frentes: por el peronista-kirchnerista, a través de la candidatura del intendente villamariense Eduardo Accastello, que ya ha recibido el apoyo de Daniel Scioli y Florencio Randazzo. Y por otro, por la posible unión entre radicales, juecistas y macristas, que ya maneja una fórmula integrada por Héctor “Coneja” Baldassi y Luis Juez, aunque el escollo principal a superar es la pésima relación entre Juez y el intendente radical cordobés, Ramón Mestre Jr. (con denuncias por corrupción incluidas).
En este marco, el candidato “natural” de Unión Por Córdoba, Juan Schiaretti, y De la Sota atraviesan un enfriamiento de la relación, situación que ha llegado a provocar rumores de que la pareja actual del gobernador podría ser la acompañante en la fórmula provincial. Adriana Nazario ya está haciendo campaña en algunos sectores de la provincia, a partir de su rol como presidenta de la Fundación Banco de Córdoba.
A la estrategia del quincho (reforzada hoy por un ofrecimiento que De la Sota le hizo a Tinelli -mediante Twitter- para participar del Bailando del año que viene), el gobernador cordobés la complementa con declaraciones altisonantes en medios porteños. Esta semana, sobre la política de derechos humanos, sumándose así a la ofensiva opositora contra los juicios a los genocidas de la última dictadura cívico-militar.
El domingo, De la Sota le dijo a La Nación que no hubo Teoría de los Dos Demonios, sino dos crímenes, para luego, hoy, en radio La Red, repetirle a Jorge Rial uno de sus últimos caballitos de batalla: “Yo fui preso durante la Dictadura. No se dónde estaba la Presidenta en ese momento”.
Mientras tanto, el kirchnerismo cordobés duplicó su presencia en la Unicameral. El delasotista Héctor Muñoz se pasó al Frente para la Victoria por su cercanía con Accastello, y la juecista Marta Juárez se fue del Frente Cívico disconforme con el pacto con Macri que Juez quiere imponer a su agrupación, a pesar del rechazo de sus bases y del socialismo cordobés, aliado juecista en el Frente Amplio.