Héctor Flores, ex diputado de ARI-CC, un incondicional que goza del beneplácito de Carrió pero que no tiene ningún peso ni sustento político,  fue el encargado de proponerlo desde la cooperativa “La Juanita” que dirige en La Matanza.

“Toda la dirigencia opositora no peronista debemos abroquelarnos y tener un pensamiento único en defensa de las instituciones de la República. Sería ceguera política no pensar que Cristina Fernández de Kirchner no haya dado ya la orden para avanzar sobre la Corte e imponer a la actual procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, al hoy secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, como nuevos miembros, y que La Cámpora sea quien presione para el rápido alejamiento de (Carlos) Fayt (que ya tiene 96 años)”, alertó en tono dramático “Toty” Flores.

Nada hace pensar otra cosa que la propuesta surgió de la propia Carrió, que fue duramente criticada hasta por el establishment vernáculo por sus denuncias conspirativas contra los miembros de la Corte, mandó a un emisario a hablar por boca de ganso.

El “lilote” (porque ya de “lilito” no tiene nada) Toty Flores apuntó contra León Arslanian, que –argumentó-- “está en la lista de CFK para entrar a la Corte Suprema, no hay que olvidar que ex ministro de Justicia del ex presidente Carlos Menem y el ex ministro de Seguridad bonaerense en la gobernación de Felipe Solá, encabeza la lista de conjueces ante la Corte, además de tener un estrecho vínculo con la Casa Rosada”.

Desconociendo las declaraciones del supremo Eugenio Zaffaroni que deja la Corte en enero porque (a diferencia de Fayt) está en condiciones de jubilarse,  Flores advirtió que de concretarse su denunciado plan maquiavélico, de los cinco integrantes de la Corte Suprema, tres de ellos estarían alineados con el actual gobierno dado que hoy día “en los pasillos de Tribunales no es secreto que la jueza Elena Highton de Nolasco es moderadamente pro K”.Tampoco le importó ni mencionó que fue el propio kirchnerismo el que cambió la composición de la Corte menemista, haciendo del máximo tribunal una cabeza judicial respetable y defendida por todos los sectores políticos.

Esta vez, Flores también dejó de lado al presidente del Tribunal, Ricardo Lorenzetti, a quien Carrió denunció penalmente de hacer “un negocio millonario”, junto Highton de Nolasco, para la publicación supuestamente pactada con una editorial del nuevo y unificado Código Civil y Comercial, al cual se opuso igual que todo el abanico parlamentario opositor.

La eventual candidatura de Lorenzetti como presidente o  vice de Julio Cobos para desplazar al kirchnerimo del poder, formulada por un “grupo secreto” en el que se reunían el propio Lorenzetti con opositores como la macrista Gabriela Michetti (una amiga personal de Carrió) y radicales de distinto pelaje, fue descubierta por Wikileaks. Allí, se reprodujo un cable diplomático de la entonces embajadora de los Estados Unidos en la Argentina, Vilma Martínez, donde informó con entusiasmo a su gobierno que el presidente de la Corte formaba parte de un grupo secreto que procuraba superar “la desunión de la oposición” al kirchnerismo y “desarrollar una agenda en común para el mediano plazo”.

Ahora, Flores --como el Chirolita de la ventrílocua Carrió— propone a la oposición abroquelarse detrás de una Corte con mayoría antikirchnerista.