
En un mensaje minimizado por la prensa, Francisco afirmó que "el endurecimiento de penas" no sirve contra el delito. Además criticó a los medios y desairó el discurso massista de la mano dura.
Andrés Brown - Redacción En Orsai // Lunes 02 de junio de 2014 | 14:01
La carte fue enviada por Francisco al juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni y al coordinador de la comisión que redactó el anteproyecto de reforma del Código Penal, principal eje de las críticas del diputado Sergio Massa.
Sin puntos medios, el papa sostuvo que "se trata de hacer justicia a la víctima, no de ajusticiar al agresor", y señaló que mayores penas "no logran reducir los índices de delincuencia". Solicitó a la prensa "informar rectamente".
"La experiencia nos dice que el aumento y el endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve los problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia", señala la carta escrita por Jorge Bergoglio, en contradicción directa con la principal bandera del Frente Renovador massista.
El mensaje papal fue enviado al coordinador de la comisión especial para la redacción del anteproyecto del Código Penal, Roberto Carlés. Y revela un inesperado apoyo de Francisco a la iniciativa promovida por el gobierno.
En línea con el tradicional discurso de Zaffaroni, el Papa además cuestionó el rol de los medios de comunicación en el abordaje de las noticias sobre la inseguridad. Apuntó a las "desigualdades económicas y sociales" que engendran la delincuencia y destacó el papel de la justicia como reparatoria de las víctimas.
"Sería un error identificar la reparación sólo con el castigo, confundir la justicia con la venganza, lo que sólo contribuiría a incrementar la violencia, aunque esté institucionalizada", indicó en una carta de cuatro carillas, que incluso pidió que sea difunda.
La carta papal surgió a raíz del XIX Congreso Internacional de la Asociación Internacional de Derecho Penal y del III Congreso de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología, pero sirvió para que Francisco sentara una firme posición en contra del discurso massista.
Así, la relación entre el Papa y el diputado Sergio Massa se mantiene, como mínimo, distante. De hecho, el tigrense todavía no consiguió un encuentro personal con el jefe del Vaticano, gesto que Bergoglio ya concedió a casi todo el arco político de la Argentina.
En otro tramo de su misiva, el ex cardenal Bergoglio expuso: "Las medidas que se adopten contra el mal no se contenten con reprimir, disuadir y aislar a los que lo causaron, sino que les ayuden a recapacitar". En resumen, otro concepto opuesto a los dichos diarios de Sergio Massa, máximo opositor a la discusión de la reforma del Código Penal.
Crítica al enfoque de los medios
Sobre el rol de los medios, el Papa también se mostró muy crítico, lo que en parte explica el ostensible silencio de la prensa sobre las palabras de Francisco.
"De ellos depende informar rectamente y no contribuir a crear alarma o pánico social cuando se dan noticias de hechos delictivos", aseguró, en referencia al dramático abordaje mediático de la llamada inseguridad, en muchos casos en contradicción con las estadísticas criminológicas.
"No pueden convertirse en casos publicitarios, a menudo incluso morbosos, condenando a los presuntos culpables al descrédito social antes de ser juzgados o forzando a las víctimas, con fines sensacionalistas a revivir públicamente el dolor sufrido", cuestionó el Papa.