AVANCE DE LA IZQUIERDA

Bronca del establishment europeo por el triunfo de Syriza en Grecia

Luego del amplio triunfo de Syriza ayer en la elecciones griegas, dirigentes y medios que responden a los intereses de la elite económica europea salieron a atacar la decisión soberana del pueblo griego de no permitir más los enorme recortes y costos sociales que ha supuesto el plan de "austeridad" de la Troika (FMI+Comunidad Europea+Banco Europeo) para su país.

Bronca del establishment europeo por el triunfo de Syriza en Grecia

Sergio Villone - En Orsai // Lunes 26 de enero de 2015 | 11:19

La victoria en las elecciones del partido griego de izquierdas Syriza es un peligro para la economía europea

 

"La victoria en las elecciones del partido griego de izquierdas Syriza es un peligro para la economía europea", se descargó el primer ministro británico, David Cameron.  "Las elecciones griegas aumentarán la inseguridad económica en Europa", completó en su cuenta de Twitter.
Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, se mostró contrariado por la propuesta de Syriza de reestructurar la deuda externa griega, el botín del cual han sacado enormes dividendos los bancos europeos: "Estamos deseando trabajar con el nuevo Gobierno. Pero esperamos que cumplan los compromisos que ha adquirido Grecia".
Para el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, no habrá acuerdo sobre una posible quita: "Le dije (a Alexis Tsipras, electo primer ministro griego) que creo que no vamos a lograr una mayoría para una quita. El próximo gobierno griego no tiene en realidad ningún poder de coacción. Es uno más de los 19 países que componen la eurozona".
El primer ministro finlandés, Alexander Stubb, advirtió que su país no aceptará una quita de la deuda griega, e instó a Tsipras a respetar los compromisos firmados.
"Nuestra primera prioridad es mantenernos fieles a lo acordado, es decir, no vamos a perdonar ninguna deuda. El préstamo de mil millones de euros que Finlandia concedió a Grecia se mantiene a todos los efectos, aunque estamos dispuestos a discutir una ampliación del plazo del préstamo", concedió.
El ministro austríaco de Exteriores, el democristiano Sebastian Kurz, prefirió seguir repitiendo el discurso amenazante que emanó de los círculos de poder europeo desde semanas antes de la elección: "Estoy firmemente convencido de que el futuro positivo de Grecia, y en especial del camino de reformas, sólo es posible con, y no contra, la Unión Europea".
Por su parte, la presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen, se ha felicitado del triunfo en las elecciones griegas del partido izquierdista Syriza porque constituye "una enorme bofetada democrática que acaba de dar el pueblo griego a la Unión Europea".
"Estoy satisfecha porque esto significa la apertura del juicio a la euroausteridad" a "la austeridad impuesta para salvar el euro, señaló Le Pen en una entrevista a la emisora de radio "RTL" antes de añadir que "los que creen que pueden salvar el euro (...) están perdiendo tiempo".
"El debate de la elección griega es el debate de la libertad" y eso "no es de izquierdas ni de derechas", aseguró cuando se le hizo notar que Syriza es un partido de izquierdas.
También medios de comunicación tuvieron una reacción destemplada ante el triunfo de Syrza, que además de proponer la reestructuración y moratoria de la deuda externa griega, también promete brindar electricidad gratuita para 300 mil hogares a los que se les cortó el suministro; sanidad universal y gratuita, después de que miles de griegos hayan sido expulsados del sistema sanitario por no tener trabajo; creación de 300 mil puestos de trabajo; y el regreso del salario mínimo a 751 euros.
El Financial Times, de Londres, aventuró que la victoria de los "izquierdistas" de Syriza amenaza la estabilidad del euro, mientras que el diario monárquico español La Razón tituló, alarmado: "Desgrecia. Los helenos se lanzan al abismo populista".

"La victoria en las elecciones del partido griego de izquierdas Syriza es un peligro para la economía europea", se descargó el primer ministro británico, David Cameron.  "Las elecciones griegas aumentarán la inseguridad económica en Europa", completó en su cuenta de Twitter.

Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, se mostró contrariado por la propuesta de Syriza de reestructurar la deuda externa griega, el botín del cual han sacado enormes dividendos los bancos europeos: "Estamos deseando trabajar con el nuevo Gobierno. Pero esperamos que cumplan los compromisos que ha adquirido Grecia".

Para el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, no habrá acuerdo sobre una posible quita: "Le dije (a Alexis Tsipras, electo primer ministro griego) que creo que no vamos a lograr una mayoría para una quita. El próximo gobierno griego no tiene en realidad ningún poder de coacción. Es uno más de los 19 países que componen la eurozona".

El primer ministro finlandés, Alexander Stubb, advirtió que su país no aceptará una quita de la deuda griega, e instó a Tsipras a respetar los compromisos firmados.

"Nuestra primera prioridad es mantenernos fieles a lo acordado, es decir, no vamos a perdonar ninguna deuda. El préstamo de mil millones de euros que Finlandia concedió a Grecia se mantiene a todos los efectos, aunque estamos dispuestos a discutir una ampliación del plazo del préstamo", concedió.

El ministro austríaco de Exteriores, el democristiano Sebastian Kurz, prefirió seguir repitiendo el discurso amenazante que emanó de los círculos de poder europeo desde semanas antes de la elección: "Estoy firmemente convencido de que el futuro positivo de Grecia, y en especial del camino de reformas, sólo es posible con, y no contra, la Unión Europea".

Por su parte, la presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen, se ha felicitado del triunfo en las elecciones griegas del partido izquierdista Syriza porque constituye "una enorme bofetada democrática que acaba de dar el pueblo griego a la Unión Europea".

"Estoy satisfecha porque esto significa la apertura del juicio a la euroausteridad" a "la austeridad impuesta para salvar el euro, señaló Le Pen en una entrevista a la emisora de radio "RTL" antes de añadir que "los que creen que pueden salvar el euro (...) están perdiendo tiempo"."El debate de la elección griega es el debate de la libertad" y eso "no es de izquierdas ni de derechas", aseguró cuando se le hizo notar que Syriza es un partido de izquierdas.

También medios de comunicación tuvieron una reacción destemplada ante el triunfo de Syrza, que además de proponer la reestructuración y moratoria de la deuda externa griega, también promete brindar electricidad gratuita para 300 mil hogares a los que se les cortó el suministro; sanidad universal y gratuita, después de que miles de griegos hayan sido expulsados del sistema sanitario por no tener trabajo; creación de 300 mil puestos de trabajo; y el regreso del salario mínimo a 751 euros.

El Financial Times, de Londres, aventuró que la victoria de los "izquierdistas" de Syriza amenaza la estabilidad del euro, mientras que el diario monárquico español La Razón tituló, alarmado: "Desgrecia. Los helenos se lanzan al abismo populista".

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