Emulando los viejos patacones argentinos –símbolo de la crisis del 2001- los COjacks fueron presentados como “la moneda para la gente de Colorado”, aunque en verdad no es una iniciativa estatal sino privada: un comercio decide aceptarlos como moneda de cambio, al mismo valor que el dólar, y según qué porcentaje de las ventas acepte como piso para recibir en COjacks, la empresa le venderá esa moneda al comercio al 50 o 33 por ciento del valor nominal.

En definitiva, es una red de comercios adheridos a un sistema de emisión monetaria privatizada que, según sus creadores, busca fomentar la economía local.

En Denver, capital de Colorado, ya hay 80 comercios adheridos y una de los atractivos con los cuales se quiere promocionar la instalación de esta “moneda privada” entre los consumidores es que con 80 dólares se pueden comprar 100 COjacks.

El “patacón colorado” empezó a circular el viernes pasado con una gran campaña publicitaria y luego de una fiesta de lanzamiento.

Uno de sus co-fundadores, Brok McFerron, dijo que el nombre fue seleccionado por ser corto y de fácil memorización, donde el "CO" remite tanto a Colorado y como a la idea de lo cooperativo.

Los billetes de 1, 10 y 20 COjacks son de diferentes colores, y su diseño incluye un retrato de un animal de Colorado en vez de un presidente o político, como el dólar.

La Constitución de los Estados Unidos le da al Congreso el poder “para acuñar Moneda, reglamentar el Valor de ésta y de la Moneda extranjera, y fijar la Norma de Pesos y Medidas”, pero no impide la creación de monedas alternativas, a excepción de falsificaciones de la moneda oficial.