Tiene un aspecto positivo y es que no le hizo caso a la pretensión del fondo buitre de aplicarnos una multa

Tal como se esperaba el inefable juez Thomas Griesa declaró a la Argentina en desacato, pero el Gobierno no se arredra. Mañana, horas antes de Cristina le hable a toda la Nación sobre el tema, el Ministerio de Economía depositará en Buenos Aires el primer servicio de deuda al amparo de la Ley de Pago Soberano. Oblará unos 170 millones de dólares en Bonos Par, de los cuales 16 millones corresponden a títulos con legislación nacional y 154 millones a papeles con jurisdicción Nueva York, europea y japonesa.

El viernes el Citigroup había conseguido que Griesa (84 años) le permita realizar el pago de los títulos nominados en dólares pero con legislación argentina, que para el caso de esta entidad equivale a unos cinco millones de dólares.

Además de este monto, quedarán depositados en Buenos Aires unos 165 millones de dólares a disposición de los acreedores que acepten cambiar la jurisdicción de pago y de agente fiduciario, ya que deberían renunciar a la intermediación del Bank Of New York Mellon que viene aplicando a pie de la letra lo que ordena Griesa.

La Ley de Pago Soberano ofrece a los acreedores con títulos reestructurados en 2005 y 2010 una alternativa de pago a raíz del bloqueo que imponen los fallos del juez neoyorquino. La norma establece a Nación Fideicomiso como agente de pago y da la opción de cobrar en Buenos Aires o en París.

Como recordaras, en el último vencimiento, por unos 1.000 millones de dólares, del 30 de junio pasado, la Argentina depositó el dinero, pero casi la mitad de los fondos (534 millones) quedaron bloqueados en el Bank of New York Mellon (BONY) por una orden de Griesa. ¿Por que lo hizo? Para forzar el pago a los buitres en una alocada aplicación de la cláusula pari passu (pago simult neo a los bonistas y a los fondos buitres). Justamente, por no cumplir sus deseos trasnochados, nos declara ahora en desacato.

Como el dinero no llegó a las cuentas de los inversores tras vencerse el período de gracia de un mes, a inicios de agosto pasado, las calificadoras de riesgo declararon a Argentina en "cese de pagos selectivo'', un estatus que la Argentina rechaza categóricamente ya que se hizo la operación de pago y si no llego a los bolsillos de los bonistas fue por culpa de Griesa.

NO PASA NADA

Respecto a la declaración del desacato, los economistas, incluso los del palo liberal, no ven consecuencias adicionales de las que Argentina ya afronta, como la imposibilidad de acudir a los mercados internacionales para financiarse.

Para el presidente de la Comisión de Valores, Alejandro Vanoli, el mercado había descontado ya que Griesa declararía al país en desacato, "con lo cual no es una decisión sorpresiva e inesperada'' y dijo creer que, por tanto, no tendrá "impacto por sí misma''.

"La clave va a ser la respuesta de los inversores de todo el mundo ante esta alternativa de que los acreedores puedan cobrar en Argentina o en Europa'', dijo Vanoli en declaraciones a la agencia oficial Télam.

El ex presidente del Banco Central durante el menemato Javier González Fraga coincide: "Yo diría que no van a cambiar demasiado las cosas, ya los mercados estaban intranquilos antes de esto. Ya el dólar paralelo llegó a valores ridículamente altos, entonces no creo que esto cambie demasiado las cosas''.

González Fraga evaluó incluso que la decisión de Griesa "tiene un aspecto positivo y es que no le hizo caso a la pretensión del fondo buitre de aplicarnos una multa. El juez se cuidó mucho de no poner una multa que es como un paso del cual no se puede retroceder, irreversible'', destacó en declaraciones radiales. Los llamados fondos buitre pidieron que la Argentina fuera penada con una multa de unos 50.000 dólares diarios.

EL TERCERO

El mismo Griesa remarcó ayer lo inusual de este fallo contra un país, ya que Argentina se convierte tras Rusia y República Democrática del Congo, en la tercera nación soberana en ser declarada en desacato por un tribunal federal estadounidense.