La retirada del embajador de Nicaragua en Argentina refleja la tensión ante los comentarios de Javier Milei, presidente electo, quien excluyó a líderes de países comunistas de su investidura. Las consecuencias diplomáticas se intensifican en medio de polémicas designaciones en su futuro gobierno.
Redacción EnOrsai // Martes 05 de diciembre de 2023 | 05:58
La decisión de Nicaragua de retirar a su embajador en Argentina es el último episodio de una creciente discordia diplomática. Esta acción se fundamenta en la protesta por los comentarios de Javier Milei, presidente electo de Argentina, quien excluyó a líderes de países comunistas de su ceremonia de investidura.
El ministro de Asuntos Exteriores de Nicaragua, Denis Mocada, explicó que el retiro del embajador es una respuesta directa a las repetidas declaraciones de los nuevos líderes argentinos. La medida, que entra en vigor de inmediato, es una clara muestra de descontento con la postura anticomunista adoptada por Milei.
El Gobierno de #Nicaragua ????????anunció el retiro de su embajador en #Argentina ????????, Carlos Midence, de manera previa a la toma de posesión del ultraderechista presidente electo de ese país, Javier Milei.https://t.co/VGNKdBJm3k
— teleSUR TV (@teleSURtv) December 5, 2023
El gobierno entrante de Milei generó controversia al no invitar a líderes de países como Nicaragua, Cuba, Venezuela, Corea del Norte y China, afirmando que no promoverá relaciones con regímenes comunistas. Esta postura ha desencadenado tensiones diplomáticas y críticas desde distintos sectores internacionales.
Además, las designaciones de su futuro gobierno no pasaron desapercibidas. La nominación de Rodolfo Barra, con un pasado de extrema derecha y una foto levantando el brazo en un saludo nazi durante su juventud, como fiscal general del Ministerio de Finanzas, ha suscitado inquietud y críticas adicionales, alimentando aún más la controversia en torno a las decisiones del presidente electo y generando preocupación por el curso que podría tomar su mandato.
¿El gobierno de Daniel Ortega se puede calificar realmente de comunista?
La caracterización del gobierno nicaragüense bajo Daniel Ortega como un régimen comunista es un tema complejo y controvertido en el ámbito político y académico. Si bien históricamente Ortega lideró el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), un movimiento político que en sus inicios abrazó una ideología marxista-leninista y que estuvo asociado al socialismo revolucionario, la evolución del gobierno de Ortega ha mostrado cambios significativos en sus políticas y prácticas.
Desde su retorno al poder en 2007, la administración de Ortega ha implementado una serie de políticas que algunos críticos consideran autocráticas y que han llevado a cuestionamientos sobre la calidad democrática del país. Si bien el gobierno ha mantenido algunas políticas sociales con orientación hacia programas de asistencia y protección social, ha habido acusaciones de autoritarismo, restricciones a la libertad de prensa, manipulación electoral y concentración de poder en la familia Ortega.
En cuanto a la economía, Nicaragua ha mantenido una economía mixta, con un sector público y privado activos. Aunque el gobierno ha implementado políticas sociales, ha habido críticas sobre la gestión económica y la distribución de la riqueza, así como denuncias de corrupción y nepotismo.
En resumen, si bien hay elementos en la historia y prácticas políticas de Ortega que podrían alinearse con el socialismo o el comunismo, el actual gobierno de Nicaragua muestra una combinación de características políticas y económicas que no se ajustan completamente a una clasificación estricta como régimen comunista. La situación política y económica en Nicaragua es multifacética y requiere un análisis detallado y multidimensional para su comprensión adecuada.
Fuente:
https://www.tagesspiegel.de/internationales/protest-gegen-kommunisten-ausserung-von-milei-nicaragua-zieht-botschafter-aus-argentinien-ab-10880404.html