La Asociación de Empleados de Comercio de Rosario detectó aumentos descomunales en alimentos en distintas cadenas de supermercados. Las políticas económicas del gobierno, la falta de controles y el apagón estadístico liberó la zona para los supermercadistas.
Viernes 15 de enero de 2016 | 14:41
La Asociación de Empleados de Comercio de Rosario presentó su relevamiento de precios en las cadenas de supemercados, tanto las nacionales como las que pertenecen a conglomerados multinacionales. Allí detectó aumentos abusivos producto de las políticas económicas del gobierno y la falta de controles.
El sindicato hace el relevamiento desde 2014 con el objetivo de detectar los márgenes que aplican las grandes cadenas de supermercados sobre el costo de los productos.
"Jumbo, que en mayo del año pasado sobre el precio de compra del peceto de novillito remarcaba el 170,25 por ciento, tuvo en esta oportunidad un incremento del 244,81 por ciento entre el costo y el valor de venta", explica Sebastián Ferro, secretario de Cultura del gremio según publicó La Capital.
También explicó que en Coto, "la diferencia entre el valor de compra y el precio de venta al público de la leche entera Sancor de 1 litro B9 era del 58,85 por ciento en mayo, mientras que en este nuevo estudio se demuestra que la remarcación en el mismo producto llega al 126,70 por ciento".
El gobierno de Macri ha dejado una zona liberada para que los supermercadistas aumenten sus márgenes de ganancia además de los aumentos de precios. Se trata de una política deliberada que se complementa con el apagón estadístico del INDEC, que no dará índices de inflación por lo menos hasta la primavera.
En el caso del arroz, uno de los alimentos más accesibles, "en mayo, Coto remarcó ese precio con el 38,68 por ciento y ahora con el 99,94 por ciento; Carrefour pasó del 15,91 por ciento al 95,76 por ciento, y Jumbo de 49,35 por ciento al 99,94 por ciento".
La posición dominante de los grandes supermercados le impone a los pequeños comerciantes el pulso de los precios. La zona liberada y el apagón estadístico abrieron el camino para los aumentos de precios más voraces de los últimos 15 años.