Trabajadores de Elemento, taller que trabaja para Cheeky, de la esposa de Macri, denunciaron en el Ministerio de Trabajo despidos sin causa, persecución sindical, maltratos y falta de atención médica.
Redacción En Orsai // Jueves 03 de octubre de 2013 | 11:50
Según relatan en la denuncia, luego de que una trabajadora llamada Marina Bobarín se prendiera fuego a sí misma adentro de la fábrica ubicada en Pompeya, empezaron a organizarse gremialmente.
El caso de Bobarín ocurrió el 29 de julio pasado en medio de una fuerte discusión con los gerentes de Recursos Humanos, Gabriela Patella y Gustavo García.
En ese marco de “presiones y aprietes”, según narran los trabajadores del taller, Bobarín se produjo quemaduras gravísimas que la mantienen aún internada.
A partir de ese episodio, los trabajadores de Elemento, que centralmente produce medias para Cheeky y otras marcas, decidieron elegir representantes por sector, porque no tenían presencia sindical, tal como sí ocurre en otros talleres textiles.
De hecho, así lograron hacer valer algunos derechos laborales, principalmente vinculados a la salud en el ámbito de trabajo.
Sin embargo, un mes más tarde, la empresa despidió a los trabajadores María Ugarte y Eduardo Toro, quienes habían protagonizado la solidaridad con Bobarín y los posteriores reclamos sindicales.
“Las condiciones de trabajo incluyen maltratos y discriminación, porque en su mayoría somos inmigrantes, hasta falta de atención médica donde hay casos de pérdidas de embarazo”, exponen los trabajadores del taller que trabaja para la esposa del alcalde porteño.
Y citan que María Ugarte, una de las despedidas, sufrió la pérdida de su embarazo por los maltratos generados en Elemento.
En el ámbito de los talleres textiles que trabajan para las grandes marcas ya es una constante las denuncias por abusos y persecución sindical. Y Cheeky es una de las empresas más nombradas a la hora de las denuncias.