La multinacional Cargill paralizó las operaciones en las plantas de Villa Gobernador Gálvez (Santa Fe) y Bahía Blanca (Buenos Aires) y definió la suspensión del personal hasta el 30 de abril, sin goce de sueldos.

Los trabajadores se enteraron al arribar a la planta. La empresa cerró sus puertas a las 6 y no permitió el ingreso de ningún empleado. Informó la novedad a través de un papel pegado en la puerta: es la segunda vez que realiza esta medida en el mes de abril. La medida es por 10 días.

El 5 de abril pasado, los empleados de estas mismas plantas tampoco pudieron ingresar durante cinco días, destaca el portal El Ciudadano de Rosario.

Sergio Díaz, delegado del sindicato de Aceiteros, dijo a Conclusión que se trata “nuevamente de una sorpresa total” y lamentó estar “de vuelta afuera, otra vez con esta situación”.

“Estábamos trabajando y haciendo paros sorpresivos en la planta, como una forma de manifestarnos frente a esto que nos parece injusto. Y ahora la empresa sale con otro lock out, pero esta vez por 10 días en lugar de cinco, como fue la primera vuelta”, explicó indignado.

Luego aseguró que harán las denuncias pertinentes al Ministerio de Trabajo a la espera de acciones legales. Además, desde el gremio esperan recibir el apoyo político de las autoridades locales a modo de encontrar una solución al problema, que parece no encontrar su rumbo.

Por último, Díaz señaló que al día de hoy son 33 los compañeros que están despedidos porque los otros 11 restantes aceptaron el retiro voluntario ofrecido por la cerealera. “Algunos se vencieron, porque es una situación muy difícil de sobrellevar, pero los otros 33 siguen resistiendo”, cerró el delegado.