(Gerardo Fernandez) Cómo hará Macri para aplicar la próxima fase de su plan de gobierno? Indudablemente, cercenando de a poco ciertos espacios de libertad. Para eso necesita coartadas que le faciliten las cosas. Transcribo el comentario que me dejó en el post “Desestabilización” Marcelo Vensentini, dada la precisión de su análisis:
http://gerardofernandez.net/como-sigue-la-estrategia-macrista/ // Domingo 02 de abril de 2017 | 21:42
“Del mismo modo que Macri asumió sabiendo lo que quería hacer, instaurando su gobierno de CEOs, en estos momentos tiene claro cual es su siguiente paso: gobernar con estado de excepción. No es una Dictadura como dicen algunos bobos, pero tampoco es una democracia como dicen otros bobos.
Tendrá origen en el voto, punto. Isabel también lo tenía. Operaciones judiciales contra el que se opone; presos políticos, represión a la protesta, espionaje como sistema, monopolios mediáticos, etc. Que funcionen algunas instituciones republicanas no define un estado de derecho pleno. Estamos al borde del estado policial, todo el mensaje del gobierno es construir mediáticamente la justificación de ese estado”
El gobierno de los CEOs sabe que aunque le fuese bien en las elecciones de este año, no llegará a controlar el parlamento, entonces irá profundizando aspectos de su gestión que ya se están viendo de manera incipiente.
El problema es que todo se agravará si encima Macri emerge victorioso de las elecciones, porque ahí tendrá consenso político y social para implementar el plan que con tanta precisión describe Marcelo. Para Cambiemos, el diálogo consiste en que los trabajadores, las pymes, los pequeños y medianos comerciantes atiendan las razones de las patronales, aunque los perjudiquen y muerdan el freno sin derecho al pataleo.
PAÍS PARA RICOS (los nuevos ganadores)
— En Orsai (@EnOrsai) 2 de abril de 2017
Macri los favorece, pero no generan empleo, dice un estudiohttps://t.co/2FWJ7dEO0d pic.twitter.com/NzcWnWfA2p
En eso han consistido a lo largo de la historia las escenas de diálogo propuestas por las patronales. Se puede discutir todo, pero las conclusiones indefectiblemente serán dispuestas por los CEOs y al que no le guste, poco a poco se lo irá demonizando mediante el golpeteo mediático, de modo que, por ejemplo, el rechazo orgánico de un gremio a determinada resolución patronal vaya siendo relatado como una posición cerrada, radical y poco dispuesta al diálogo, todo esto como paso previo a otro tipo de intervención.
Lo de Vidal en la PBA es un ejemplo acabado de que lo que buscan no es resistir un planteo sindical reivindicativo sino su utilización para otros fines: concretamente, arrasar con las estructuras gremiales de los docentes. Ante este cuadro de situación, urge activar todos los conectores de unidad del espacio opositor, ya que el único freno posible son las elecciones parlamentarias.
Porque, a no confundirnos: si el gobierno saliera derrotado en octubre y buscara igualmente ejecutar el plan de cercenamiento de libertades y derechos, se encontraría con una fuerza política con todo el apoyo social para frenarle en el parlamento y en la calle esos embates, y ahí se ingresaría en una etapa conflictiva, por cierto, pero con un frente opositor legitimado en las urnas.
Si en cambio, el macrismo lograse un resultado favorable, el análisis de Marcelo se verificará dramáticamente en los hechos con las consecuencias por todos conocidas.
TRAS LAS RUTAS "M"
— En Orsai (@EnOrsai) 1 de abril de 2017
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