MACHISMO RECARGADO

Discriminación y violencia en la era Macri: atacan brutalmente a activista trans kirchnerista

Una patota de 18 hombres atacó a la referente travesti Alessandra Luna en el Conurbano Sur. Junto a otras dos personas trans, fueron ferozmente golpeadas durante veinte minutos. "Nos dio pánico el morbo de quienes miraban y filmaban”, contó Luna. "Hay un aumento de la violencia social hacia las personas LGBTI", denunció Darío Arias, de Conurbanos por la Diversidad.

Discriminación y violencia en la era Macri: atacan brutalmente a activista trans kirchnerista

Redacción En Orsai // Miercoles 22 de febrero de 2017 | 12:46

Venimos viendo un aumento de la violencia social hacia las personas LGBTI. En el nuevo contexto de impunidad que da este gobierno sienten mayor libertar para su accionar

 

Alessandra Luna, coordinadora del Frente Travesti-Trans de Conurbanos por la Diversidad, y dos compañerxs fueron agredidxs y golpeadxs por una patota en la noche del 19 de febrero en la localidad de Glew (partido de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires).
Lxs militantes y estudiantes de la Universidad de Avellaneda (UNDAV) Alessandra, Hamir Santillán y Lara venían de pasar el día en San Vicente, manejando por la Ruta 210 cuando una camioneta roja lxs interceptó, obligándoles a frenar. La calle estaba oscura y en los alrededores había piquetes por los cortes de luz en la zona. Venían a paso de hombre por los cortes y de la camioneta se bajaron unos hombres que empezaron a golpearlxs hasta sacarlos del vehículo.
“Nos decían putos, travas de mierda, de todo y por ahí pasaba mucha gente que en lugar de ayudarnos filmaban con sus celulares. Pararon dos motos y cuando preguntaban qué pasaba, se sumaron a pegarnos. Porque los atacantes les decían que eran policías y la gente les creía a ellos y aprovechaba para lincharnos, como si hubiéramos hecho algo”, dijo a Presentes Alessandra Luna.
“Nos dio pánico el morbo de quienes miraban y filmaban”
Alessandra, Hamir y Lara tenían las caras contra el pasto y desde ahí intentaban pedir ayuda. Nadie hacía nada. Finalmente los atacantes lxs soltaron para ir hasta su auto, romperlo y sacarle todas las pertenencias. “Ahí aproveché para gritar lo que estaba pasando y a uno de ellos (los que se sumaron a la golpiza después) nos soltó”, agregó Luna.
Con heridas en todo el cuerpo y la cabeza se levantaron y caminaron hasta un patrullero que vigilaba uno de los piquetes para pedir ayuda. Se la negaron y les dijeron que fueran hasta una comisaría. Después de rogar por un teléfono entre toda la gente que miraba la escena, una persona se los prestó. Pudieron llamar a sus compañerxs, quienes se comunicaron con la Secretaría de Desarrollo de la Municipalidad de Almirante Brown y se movilizaron hasta el lugar del ataque.
“Si en un inicio la gente que miraba nos hubiera defendido esto no hubiera terminado así. Hablemos de la disparidad para nuestro colectivo. Las personas les creían más a veinte borrachos que nos decían cosas horribles que a nosotrxs. Éramos los putos y por eso nos daban. Esto te da la pauta del miedo y la paranoia que le tiene la gente. Porque estos tipos decían que eran policías. Nos dio más miedo la vulnerabilidad ante la sociedad que estos 18 tipos. Nos pánico el morbo de quienes miraban y nos filmaban, dijo Luna.

Alessandra Luna, coordinadora del Frente Travesti-Trans de la organización social Conurbanos por la Diversidad, fue agredida y golpeada unto a dos compañerxs por una patota en la noche del 19 de febrero en la localidad de Glew, partido de Almirante Brown, en la zona sur del Conurbano Bonaerense.

Lxs militantes y estudiantes de la Universidad de Avellaneda (UNDAV) Alessandra, Hamir Santillán y Lara venían de pasar el día en San Vicente, manejando por la Ruta 210 cuando una camioneta roja lxs interceptó, obligándoles a frenar. La calle estaba oscura y en los alrededores había piquetes por los cortes de luz en la zona. Venían a paso de hombre por los cortes y de la camioneta se bajaron unos hombres que empezaron a golpearlxs hasta sacarlos del vehículo.

“Nos decían putos, travas de mierda, de todo y por ahí pasaba mucha gente que en lugar de ayudarnos filmaban con sus celulares. Pararon dos motos y cuando preguntaban qué pasaba, se sumaron a pegarnos. Porque los atacantes les decían que eran policías y la gente les creía a ellos y aprovechaba para lincharnos, como si hubiéramos hecho algo”, dijo a Presentes Alessandra Luna.

“Nos dio pánico el morbo de quienes miraban y filmaban”
Alessandra, Hamir y Lara tenían las caras contra el pasto y desde ahí intentaban pedir ayuda. Nadie hacía nada. Finalmente los atacantes lxs soltaron para ir hasta su auto, romperlo y sacarle todas las pertenencias. “Ahí aproveché para gritar lo que estaba pasando y a uno de ellos (los que se sumaron a la golpiza después) nos soltó”, agregó Luna.

Con heridas en todo el cuerpo y la cabeza se levantaron y caminaron hasta un patrullero que vigilaba uno de los piquetes para pedir ayuda. Se la negaron y les dijeron que fueran hasta una comisaría. Después de rogar por un teléfono entre toda la gente que miraba la escena, una persona se los prestó. Pudieron llamar a sus compañerxs, quienes se comunicaron con la Secretaría de Desarrollo de la Municipalidad de Almirante Brown y se movilizaron hasta el lugar del ataque.

“Si en un inicio la gente que miraba nos hubiera defendido esto no hubiera terminado así. Hablemos de la disparidad para nuestro colectivo. Las personas les creían más a veinte borrachos que nos decían cosas horribles que a nosotrxs. Éramos los putos y por eso nos daban. Esto te da la pauta del miedo y la paranoia que le tiene la gente. Porque estos tipos decían que eran policías. Nos dio más miedo la vulnerabilidad ante la sociedad que estos 18 tipos. Nos dio pánico el morbo de quienes miraban y nos filmaban, dijo Luna.

Las denuncias

Cuando finalmente llegaron a la comisaría, la luz estaba cortada, y tuvieron  tuvimos que esperar para hacer la denuncia, que tuvieron que retomar unas tres veces por cambios de turno y fallas en el sistema. “Tuvimos la suerte que desde la Secretaría de la Municipalidad estuvieron al tanto de todo, porque los llamamos, y ellos se pusieron en contacto con la comisaría, que en un principio dejó a Hamir – que fue el más golpeado- tirado en la vereda de enfrente”, dijo Luna a Presentes.

Las víctimas ya ampliaron la denuncia en la Fiscalía Provincial 20 de Lomas de Zamora porque Hamir Santillán no había podido declarar por el estado en el que se encontraba.

“Lamentablemente en estos casos es muy difícil identificar a los agresores y que la Justicia actúe, que no quede la carátula en ‘lesiones y robo’. Estas son cosas que pasan todo el tiempo y no tienen visibilidad porque es el conurbano profundo. Si pasara en el barrio de Caballito ya se habría enterado todo el mundo”, dijo Darío Arias de Conurbanos por la Diversidad a Presentes.

“Venimos viendo un aumento de la violencia social hacia las personas LGBTI. En el nuevo contexto de impunidad que da este gobierno sienten mayor libertar para su accionar. Es algo que venimos denunciando desde diciembre de 2015”, agregó Arias.

Violentadxs por los centros de salud

La primera ambulancia a la que tuvieron acceso- una vez en la comisaría- hizo un simulacro de que saturaba a Santillán y se retiraron del lugar diciendo que no podían llevarlos a ningún centro de salud. Ellxs tuvieron que ir en su vehículo – ya eran cerca de las 3 de la mañana- primero al UPA 24, una unidad sanitaria de primeros auxilios que no tenía los recursos para atenderlxs.

“Seguimos camino hasta el Hospital Meléndez pero ahí nos dicen que no tenían ni máquina de rayos x ni tomógrafo. Además nunca respetaron nuestras identidades de género. A Lara y a mí nos trataban en masculino, aunque les explicábamos cómo debían decirnos. De ahí nos mandaron al Hospital de Calzada y otra vez la misma historia. Que no tenían las máquinas, otra vez el destrato. Solo cuando le dijimos a una enfermera que estábamos en comunicación con el secretario de Salud de la Municipalidad se ‘acordaron’ que la máquina andaba.”, cuenta Luna.

Hamir Santillán no podía caminar y nunca le acercaron una silla de ruedas. Desde la Municipalidad dijeron a Conurbanos por la Diversidad que harán sumarios para la ambulancia y los centros de salud provinciales que negaron la atención.

Los ataques fueron cerca de las 9 de la noche, las víctimas pudieron llegar a sus hogares a las nueve de la mañana del día siguiente.

Repudio de varias organizaciones

Además de Conurbanos por la Diversidad y el Movimiento Antidiscriminatorio por la Liberación (M.A.L), otras organizaciones se pronunciaron en el mismo sentido y repudiaron enérgicamente los hechos, entre ellas, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito Zona Sur, y la Universidad Nacional de Avellaneda. A través de su Programa Transversal de Políticas de Género y Diversidad de la Secretaría de Extensión Universitaria, la UNDAV repudió “el ataque transfóbico sufrido por dos estudiantes trans de la UNDAV y otra mujer trans”.

La noticia se conoció inicialmente a través de la cuenta de Facebook de Alessandra, quien escribió: “Otra vez la violencia nos agarró a tres personas transgénero, un ataque en patota” Vimos la muerte muy cerca pero nunca en el piso nos soltamos las manos escuchando los insultos transfóbicos“.

FUENTE: AGENCIA PRESENTES

Comparte en Facebook Comparte en Twitter Comparte en Google+ Enviar a un amigo Imprimir esta nota
VERGUENZA AJENA

Nombran y echan a un funcionario el mismo día

Discrepancias Internas y falta de organización y conocimiento sobre el funcionamiento del Estado sacuden al Gobierno. Héctor Falzone, tiene un récord: Haber sido designado y despedido en el mismo decreto.