Es muy conocida la caótica relación entre Franco y Mauricio desde siempre. Así lo documentó Gabriela Cerruti en su libro El Pibe. Los roces y los entredichos siempre fueron moneda corriente entre ambos.

Ahora, con la presidencia de la Nación del hijo parece no haberse aplacado la conflictiva relación. El escándalo de los panamá papers parecen haber dañado la ya sensible relación entre ambos. Aunque Franco judicialmente trató de hacerse cargo y despejarle el camino político al hijo.

Sin embargo, al ser consultado sobre la gestión de Mauricio como presidente de la Nación Franco fustigó y pegó donde duele. En una entrevista concedida desde Punta Del Este a La Nación, Franco sostuvo que “le pongo un 5” a la gestión de Mauricio.

Aunque trató de ponerle paños fríos a la cruel evaluación: "El primer año más no se podía hacer. No ha podido empezar construyendo, sino arreglando lo hecho por gobiernos terribles, desde Menem a los K”.

También sostuvo que su hijo no debería ir por una reelección para el 2019: "Como padre le digo: cuatro años es suficiente. ¡Deber cumplido!".

Al parecer, pese a que para las cámaras simulan tener una relación fraterna, las cosas no están bien entre papá Franco y el niño Mauricio.