A través de un referendum llevado a cabo ayer, Gran Bretaña eligió salir de la Unión Europea, causando un efecto dominó en el tablero mundial de consecuencias aún inciertas. Las claves.
Raúl Möller // Viernes 24 de junio de 2016 | 14:14
El conteo final arrojó una cifra ajustada, aunque no tanto como anunciaban los sondeos previos: el 52% de los ingleses (17,4 millones de personas) eligió abandonar la Unión Europea, lo que aumenta aún más la confusión continental y sacude la política occidental.
La primera reacción se dio en la propia Londres: el Primer Ministro David Cameron anunció que abandonará su cargo en octubre. “Haré todo lo posible para estabilizar la nave en los meses que vienen, pero no creo que lo correcto sea que yo trate de ser el capitán que lleve al país a su próximo destino”.
Las reacciones en la propias islas británicas no se hicieron esperar: en Escocia -que el año pasado había votado en contra de la independencia para seguir perteneciendo a Gran Bretaña- ya anunciaron que se reeditará esa elección, ya que la mayoría de escoceses quieren pertenecer a la Unión Europea. Algo similar pasa en Irlanda del Norte, que se debate entre seguir el mandato inglés o unirse a la república de Irlanda.
Entre las repercusiones internacionales se cuenta la de la canciller alemana Angela Merkel quien manifestó que “esto representa un punto de inflexión para Europa, es un punto de quiebre para el proceso de unificación europea”. Por su parte Donald Trump, candidato a la presidencia de los Estados Unidos celebró la decisión. "Es grandioso que los ingleses hayan vuelto a tomar el control de su país" dijo.